El inglés más modesto
Clive Owen defiende la labor del reparto de 'Sólo ellos'
Clive Owen asegura que apenas se mira en el espejo cuando se le inquiere sobre el gancho comercial de su incuestionable atractivo, pero Hollywood sí se ha decidido a explotar el verde intenso de sus ojos y esa planta de atleta que envidiaría cualquiera a los 45 años. Después de una serie de películas de acción o tinte romántico, este intérprete que denota la sólida formación de los actores británicos afronta de nuevo uno de esos papeles dramáticos que labraron su reputación en Sólo ellos, que se estrena hoy.
Una bien medida contención en el despliegue de los recursos dramáticos define esa interpretación, a partir del guión adaptado del libro de Simon Carr, comentarista político del diario británico The Independent, sobre sus experiencias familiares al fallecer su mujer (The boys are back). Owen tiene en Sólo ellos un gran papel protagonista -elogiado incluso por la crítica más tibia ante el filme-, pero él se esfuerza en desplazar el hilo de la entrevista hacia los jóvenes actores que encarnan a sus dos hijos.
"El pequeño McAnulty modeló mi interpretación", afirma el actor
Sobre todo el más pequeño, Nicholas McAnulty, de sólo seis años. "Se reveló tan instintivo y espontáneo que a veces me resultaba difícil conseguir serlo yo. Creo que la relación con el pequeño moldeó mi interpretación, me enseñó lo que es actuar", asegura recordando un rodaje que trasladó la trama a la soleada Australia. Porque si hay un rasgo que domina en Owen es la modestia, llevada con naturalidad por un actor nacido en una familia modesta y desestructurada de Coventry, alumno de la prestigiosa escuela teatral Rada y que a los 26 años se afianzó en el oficio a raíz de su participación en la serie de la televisión británica Chancer.
Hoy cotiza a razón de tres millones de euros por cada película que filma al otro lado del Atlántico, pero asegura: "No me afecta el star system. Aunque ahora tengo más ofertas que nunca, sigo tomando las decisiones del mismo modo que lo hacía hace 20 años: primero me motiva el guión -Sólo ellos me conmovió desde el principio-, y luego el director". Sí reconoce un cierto parón en su labor. "Hasta hace pocos años encadenaba filme tras filme, lo que no era bueno para el ámbito profesional ni personal". Owen se autodefine como un "hombre de familia", que fuera de los rodajes intenta llevar una vida tranquila en su universo de Highgate, barrio del norte de Londres donde vive con su mujer, la actriz Sarah-Jane Fenton y sus dos hijas, de 12 y 9 años. Inmerso ya en una nueva producción, Trust, bajo la dirección de David Schwimmer, Clive Owen tantea la idea de regresar a la escena del West End londinense: "Aunque necesito encontrar un papel que despierte un enorme apetito, quizá una obra inédita".
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