Fomento licitará 17.000 millones para concesiones en ferrocarril y carreteras

Construya ahora y pague en los próximos 30 años. El Gobierno ha tirado de la colaboración público-privada para garantizar la licitación de proyectos por valor de 17.000 millones de euros en los próximos dos años, mediante concesiones de construcción y mantenimiento de infraestructuras de hasta 30 años, para evitar que esa inversión compute ahora en el déficit público.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro de Fomento, José Blanco, presentaron ayer las líneas maestras del plan anunciado hace nueve meses para mantener la actividad del sector de la obra civil, pero sin señalar proyectos concretos. El plan suma 17.000 millones (2.000 más de los que se habían señalado hace meses), de los que 11.000 se destinarán a obras nuevas y 6.000 a conservación y mantenimiento. El 70% de la inversión se dedicará a ferrocarril (cercanías y mercancías, pero también señalización, electrificación y telecomunicaciones del AVE) y el resto a carreteras (fundamentalmente, a cerrar itinerarios ya diseñados). El plan "va a compensar en su totalidad los ajustes en la inversión en infraestructuras", proclamó Zapatero.

El plan compromete unos 1.100 millones en el Presupuesto a partir de 2014

Aún no hay una lista de proyectos cerrada si bien se incluirán sólo los ya maduros

La clave para que el plan sea financiable es que el concesionario asume los riesgos de construcción (no cobra hasta que termine la obra) y el de disponibilidad de la infraestructura. Pero no de la demanda, lo que implica que no les afectaría una eventual caída del tráfico, como sucede ahora con algunas autopistas de peaje, como las radiales de acceso a Madrid, al borde de la bancarrota.

Bajo esa premisa, que elimina buena parte de la incertidumbre, las entidades financieras se muestran dispuestas a dar el crédito necesario. En las próximas semanas, Blanco firmará convenios con el Banco Europeo de Inversiones y el Instituto de Crédito Oficial para tal fin. También los bancos y las cajas de ahorros colaborarán en el plan. Eso sí, el 20% de la inversión inicial deberá financiarse con recursos propios de los adjudicatarios.

El plan no compromete la estabilidad presupuestaria, ya que no computa en déficit durante el periodo de ejecución de las obras y se reparte a lo largo de la vida de la concesión. A partir de 2014 Fomento tendrá que reservar el equivalente al 8% de la inversión anual en ferrocarril y carreteras para pagar a los concesionarios. Este año la inversión total son unos 13.900 millones, de modo que se comprometen unos 1.100 millones al año en los Presupuestos.

En el caso de las inversiones en el AVE a través de Adif (cuya cuantía no se concretó), el 50% se pagará durante la ejecución de los proyectos (tampoco computará en el déficit público) y el resto a través de canon durante el periodo de la concesión.

Fuera de ese marco general del plan hubo pocas concreciones. El Gobierno evitó señalar una estimación de creación de empleo. Algunos de los empresarios invitados a la presentación se preguntaban entre ellos si tenían la lista de proyectos. Fomento sólo avanza que se elegirán entre los que ya están en un avanzado estado de tramitación y que cumplan los criterios de Eurostat sobre concesiones.

Habrá proyectos de distintos volúmenes de inversión para "democratizar" el régimen concesional, señaló Blanco, que añadió que "quien lo haga bien obtendrá beneficios por su inversión".

El sector aplaude el plan, pero las reacciones políticas fueron muy críticas. El PP considera que no es creíble y que la mitad de la inversión irá a pagar intereses, a la conservación y a impuestos. ERC dijo que es un "plan de la Señorita Pepis, con mucha cosmética y pocas concreciones", y reclamó que se territorialicen las inversiones.