Los empleados exigen información

Los sindicatos no han dejado de apoyar la fusión, ni siquiera cuando hay indicios de que el recorte de oficinas pueda ser mayor al planteado por la Xunta. En CIG califican el preacuerdo como como "un paso adelante"; en UGT condicionan seguir avalando la operación a que la dimensión de la caja unificada vaya más allá de la suma de ambas por separado. CC OO habla de "moderada satisfaccción" ante el horizonte de una caja única. Pero dentro de las cajas la historia es otra. Fuentes del comité de Caixanova reconocieron ayer que han recibido muchas llamadas de personas nerviosas por su situación ante el nuevo escenario. Como respuesta les mandan un mensaje de calma. "Tenemos que seguir trabajando con tranquilidad", insistía ayer CC OO.

"Algunos datos que se están haciendo públicos a través de los medios son realmente alarmantes y van mucho más allá de las previsiones iniciales que había respecto al número de puestos de trabajo a amortizar", asegura CIG en un comunicado. Los empleados se quejan de la falta de información pese a que han pedido reuniones con sus directores. El primer ejecutivo de Caixanova, José Luis Pego, envió ayer una carta a la plantilla en la que, sin citar la fusión, alude al "momento decisivo" de la entidad y asegura que los empleados han conseguido que la caja "sea día a día más fuerte". Caixa Galicia, por su parte, canceló una reunión con representantes de los trabajadores. Las centrales reclamarán que se incorpore un protocolo al acuerdo de fusión que garantice que no van a producirse despidos, sólo bajas incentivadas y prejubilaciones.