Arabia Saudí detiene a 113 terroristas que planeaban atentados suicidas
El objetivo de la célula de Al Qaeda eran los campos petroleros del reino
Arabia Saudí anunció ayer la detención de 113 presuntos miembros de Al Qaeda que planeaban diversos atentados en su territorio, entre otros contra las instalaciones petroleras. Se trata de una de las operaciones antiterroristas más importantes de los últimos años en ese país, pero también revela hasta qué punto sigue estando en el punto de mira de los islamistas radicales. La mayoría de los detenidos son ciudadanos del propio reino y del vecino Yemen, donde se ha instalado la rama regional de Al Qaeda ante la presión de las fuerzas de seguridad saudíes.
Aunque el Ministerio del Interior no precisó la fecha de los arrestos, de su comunicado se desprende que se han llevado a cabo desde el pasado octubre, cuando sus agentes interceptaron a dos terroristas que intentaban cruzar la frontera de Yemen con Arabia Saudí disfrazados de mujer. Bajo las túnicas, los dos saudíes escondían sendos cinturones explosivos. Al detectarlos, los policías les dispararon y les causaron la muerte.
La gran mayoría de los arrestados son yemeníes y saudíes
Las investigaciones subsiguientes condujeron a la detención de 47 saudíes, 51 yemeníes, un somalí, un bangladesí y un eritreo, según la información oficial. De acuerdo con los responsables saudíes, esa célula, que incluía dos potenciales suicidas, trataba de cometer "atentados terroristas" contra centros económicos y de las fuerzas de seguridad. La policía les confiscó armas, municiones, ordenadores, tarjetas telefónicas de prepago, documentación falsa, mapas, fotografías de los lugares contra los que planeaban atentar y dinero en efectivo.
La elevada presencia de yemeníes, así como el hecho de que la mayoría de los arrestos se produjeran en la provincia fronteriza de Yazan, confirman que Al Qaeda se ha hecho fuerte en el país vecino. De hecho, las ramas saudí y yemení de esa red se fusionaron recientemente en Al Qaeda en la Península Arábiga.
El comunicado también habla de la interceptación de otras dos células, formadas por seis personas cada una (en total 11 saudíes y un yemení) y que planeaban atacar las instalaciones petroleras del este del país. Ese objetivo persistente de los terroristas mantiene en alerta a las autoridades del principal exportador de crudo desde febrero de 2006, cuando varios suicidas intentaron atentar contra el complejo de Abqaiq, la mayor planta de procesamiento de petróleo del mundo. A raíz de aquello, se reforzó la seguridad en todas las infraestructuras de esa industria y se lanzó una operación policial que a finales de año concluía con la detención de 136 sospechosos de terrorismo.
Dos años después, Riad anunció el procesamiento de un millar de presuntos miembros de Al Qaeda a los que acusaba de 30 atentados cometidos en el reino desde 2003, con dos centenares de muertos. El empeño de las fuerzas de seguridad y una nueva política de menor tolerancia con las prédicas extremistas lograron que desde entonces se redujeran los ataques. No obstante, el pasado 28 de agosto un suicida atentó sin éxito contra el viceministro de Interior y responsable de la lucha antiterrorista, el príncipe Mohamed bin Nayef.
Un largo pulso con el islamismo
- Junio de 1996. Una bomba colocada en un camión que transportaba combustible mata a 19 soldados estadounidenses y hiere a unas 400 personas en una zona residencial para militares de EE UU en el este del país.
- Mayo de 2003. Al menos 35 personas, entre ellas nueve estadounidenses, mueren en un atentado de Al Qaeda en Riad.
- Mayo de 2004. Varios radicales atacan instalaciones de una compañía petrolera, matan a siete policías y toman rehenes. En el operativo de los comandos saudíes para liberar a los cautivos mueren 22 civiles.
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