Berlusconi pide la elección directa del presidente italiano
El primer ministro reúne a decenas de miles de seguidores en Roma
"Silvio, eres más grande que Julio César". La pancarta de un jubilado resume el mitin de ayer en Roma. Copiando ritos del fútbol y frases de novela rosa, rodeado de todos sus ministros y de sus candidatos a las regionales de la próxima semana, Silvio Berlusconi y el Pueblo de la Libertad (PDL) salieron ayer a la calle para atacar a la izquierda y los jueces, defender "la libertad" y reclamar su derecho a votar después del caos generado por la presentación irregular de las listas electorales del PDL en Lacio y Lombardía.
El líder de la derecha llegó a la plaza de San Juan de Letrán pasadas las cinco de la tarde, arropado por el himno de Italia. Un millón de personas, según el PDL, menos de 100.000 según las cuentas de Il Messaggero y el Partido Democrático, le esperaban agitando banderas tricolores y del partido. En un ambiente festivo y con una escenografía presidida por el eslogan "el amor vence siempre sobre el odio y la envidia", Berlusconi lanzó ante los suyos una propuesta novedosa: la elección directa del primer ministro y del presidente de la República.
El Consejo de Estado veta definitivamente las listas del PDL en la región de Roma
La deriva presidencialista se interpreta como una nueva vuelta de tuerca en la clásica estrategia populista de Berlusconi, quien anunció además que a los italianos les esperan "tres años de reformas: la reforma del fisco, de la justicia penal, la educación, la lucha contra la mafia y también la lucha contra el cáncer".
Hubo pancartas a favor de la Liga Norte -el líder Umberto Bossi subió al escenario- y contra los líderes de la oposición, en especial Enma Bonino, candidata a gobernadora de Lacio, y Antonio di Pietro, líder de la Italia de los Valores. Se oyeron canciones fascistas de forma aislada, y hubo abucheos para quienes se atrevieron a colgar en las ventanas distintivos del Pueblo Violeta, el movimiento de oposición nacido en Internet.
La palabra más repetida por Berlusconi durante su discurso de más de media hora fue libertad, "libertad para votar, libertad para no ser espiado en casa". Con su habitual estilo, el primer ministro interactuó con el público a lo largo de su alocución, interrumpida con gritos y aplausos. "¿Queréis un gobierno regional de izquierda que suba los impuestos, que meta las manos en vuestros bolsillos, que os espíe en vuestra casa, haga procesos-farsa en la televisión pública y abra las puertas de par en par a los inmigrantes?", les gritó. "¡Noooo!".
Berlusconi cargó de nuevo contra los "jueces politizados que tienen el retrato del Che Guevara en sus despachos"; y aseguró que el problema de las listas fue culpa de los jueces y no de su "incapacidad". Poco después, el Consejo de Estado rechazó la apelación presentada por el PDL para que sus listas en Roma fueran readmitidas, por lo que definitivamente no podrá presentarse.
El escenario del mitin fue montado por una empresa que ha participado en la reconstrucción de L'Aquila y aparece en la investigación judicial a la Protección Civil. Berlusconi negó que ese escándalo y el que afecta a las compañías telefónicas Fastweb y Telecom constituyan una nueva Tangentópolis: "Se lo han inventado la izquierda y los jueces, son solo casos individuales, han tratado de echar fango sobre Guido Bertolaso y la Protección Civil y no hay nada de eso. Bertolaso es una persona honesta y desde aquí le felicito por su cumpleaños".
"Nosotros somos el Gobierno de los hechos, el que soluciona emergencias; la izquierda solo sabe insultar, decir que no, difundir el catastrofismo, la envidia social y el odio; da la espalda a los católicos moderados, se dirige hacia el justicialismo y el anticlericalismo", clamó el primer ministro antes de reivindicar la "tradición del cristianismo" y la "religión laica de la libertad".
El fin de fiesta fue una presentación de los candidatos a las regionales del próximo domingo. Todos leyeron junto al primer ministro una especie de juramento-oración que les compromete a colaborar con el Gobierno.
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