Un futuro verde

Me congratulo al comprobar que Europa lidera el esfuerzo mundial para frenar el cambio climático.

¿Qué clase de mundo legaremos a nuestros hijos? Coincido al pensar que es una cuestión preocupante. Cada generación es responsable de hacer un poco mejor la vida de la siguiente. Sin embargo, la aceleración del cambio climático plantea riesgos reales para nuestros descendientes, que deberán hacer frente a la subida del nivel del mar, a la escasez de alimentos y agua, a mayores índices de enfermedades y a un malestar social que puede ir en aumento.

Pero aún estamos a tiempo de evitarlo. La Unión Europea ha reaccionado con rapidez ante la amenaza del cambio climático. Ha promovido iniciativas a escala mundial y ha establecido medidas específicas para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, como mínimo en un 20% para 2020.

La investigación europea está ayudando a desarrollar nuevas energías renovables a partir del viento, el agua, el sol y los biocombustibles, creando empleo al mismo tiempo. Buena parte de este esfuerzo puede llevarse a cabo en forma de iniciativas locales a pequeña escala. Después, las nuevas tecnologías que den buenos resultados pueden extenderse a toda Europa. No cabe duda de que un frente unido y coordinado dará buenos resultados.

El futuro depende de ello, y nuestros descendientes confían en nosotros. Éstos son estímulos más que suficientes para lograrlo. El desarrollo sostenible es posible. Adelante, con empeño y decisión lo conseguiremos.