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Las 100 carreras del periodista Arcadi Alibés

"Vinga Arcadi, que ja ho tens!". El aliento de los espectadores estuvo siempre a su lado a largo de los 42,1 kilómetros que coronaron su objetivo. Arcadi Alibés, periodista de TV-3, lo había planificado todo para que el maratón de Barcelona fuera el que le abriera la puerta al club de los 100 maratones. Y cuando llegó a la meta con el dorsal número 100, acompañado por sus tres sobrinos, el público le vitoreó como si fuera él campeón y no el keniano Jacksoon Kotut.

"Incluso me sorprendió", confesó Alibés, de 50 años. "Lo que hice no es habitual, es cierto. Pero llevo 27 años corriendo maratones y para mí sigue siendo un placer. Espero seguir así muchos años". Esta vez no le importaba el tiempo, no salió a competir, sino a compartir las cuatro horas y tres minutos que invirtió en cubrir el recorrido -1 hora y 10 minutos más que su mejor marca- con gente cercana que quería estar a su lado. Fue el más aplaudido. La gente le conoce porque en los años dorados del dream team relató el ambiente azulgrana desde La Rambla.

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Su primer maratón lo corrió en 1980 simplemente por placer. Después, aquella afición se convirtió en un desafío. "Me entró la marquitis: quería rebajar mis tiempos", explica. Y así alcanzó su mejor marca en Sevilla en 1994 (2h 53m). Pero pronto aquella etapa dejó paso a otra de plenitud, en la que empezó a disfrutar de cada momento.

"Di la vuelta al mundo", explica en su libro Córrer per ser feliç, que acaba de publicarse. "Pero si me pregunta qué es lo que más recuerdo de estos 100 maratones, le diré que no son las marcas, sino haber corrido en la Antártida o en el desierto del Sáhara, donde compartí la jaima con los refugiados, o correr al lado de campeones como Haile Gebreselassie y Sammy Wanjiru, algo impensable en otros deportes más sofisticados".

Desde aquel maratón de Barcelona de 1980 que corrió porque el ex futbolista Josep Maria Fuster le "enredó" hasta el de ayer, Alibés ha ido convirtiendo su afición en un complemento indispensable de su existencia. "Las decisiones importantes las he tomado siempre corriendo", confiesa. "El maratón es una filosofía de vida que sólo entendemos los que lo corremos".

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