El maratón de Barcelona rompe barreras
La carrera alcanza los 12.000 participantes y Jackson Kotut, el ganador, establece un nuevo récord tras 12 años
El maratón de Barcelona derribó ayer otra muralla al conseguir sobrepasar el listón de los 10.000 inscritos, que parecía insuperable. El sueño de acercarse a las míticas carreras de Nueva York y Londres parece más cerca. La ciudad vibró en torno a los más de 12.000 corredores que recorrieron algunos de los lugares más emblemáticos de la capital catalana seguidos por más de 100.000 aficionados. El keniano Jackson Kotut, de 21 años, estableció una nueva marca de la carrera, con un registro de 2h 7m 30s. Una hazaña deportiva, porque hacía 12 años que el récord permanecía inalterable.
"Barcelona es una ciudad preciosa, el ambiente y el circuito me han encantado", confesó Kotut poco después de concluir una de sus mejores carreras. Todos los elementos se habían dado cita para permitir que la prueba se desarrollara en unas condiciones óptimas: se esperaba lluvia, pero no llegó, aunque el cielo estaba nublado y hacía frío, pero el justo para que los atletas no sufrieran demasiado.
"El ambiente y el circuito me han encantado", dijo el ganador
La participación internacional ha superado este año el 50%
Marc Roig, primer español, acabó 14º, a 11 minutos de la cabeza
Y con los deberes de los atletas hechos, el maratón mostró todo el potencial turístico que es capaz de ofrecer la ciudad, con lugares emblemáticos como la Sagrada Familia, la Pedrera, la torre Agbar y Colón como hitos del recorrido. Eso era lo que buscaban los competidores extranjeros, cada vez más numerosos, que corrieron por las calles de Barcelona y también los espectadores que acudieron de México, Tíbet, Grecia, Marruecos, Kenia, Italia y Alemania para animarles.
La participación de atletas internacionales es cada vez mayor. De los 12.000 inscritos, alrededor del 46% son españoles, pero más del 50% proceden ya de otros países. Francia aportó esta vez 1.818 corredores; el Reino Unido, 824, e Italia, 7.064. También crece la participación femenina: este año hubo 1.703 corredoras inscritas, alrededor del 15% del total.
Jackson Kotut fue integrante del grupo de africanos que lideraron la carrera desde el principio. El dominio fue abrumador y este primer grupo, formado por 13 kenianos, dos etíopes y un marroquí, no permitió grieta alguna. Siguieron al ganador Felix Kenya, con siete segundos respecto al primero, y Samuel Woldeamanuel, con 1 minuto y 15 segundos de diferencia.
El primer catalán que llegó a la meta fue Marc Roig, con una marca de 2h 18m 53s y en la 14ª posición. La carrera empezó a un ritmo alto, pero a partir del kilómetro 30 los primeros atletas subieron el listón de manera trepidante. Kenya ocupaba la primera posición, seguido de Kotut. Pero no sería hasta los últimos 100 metros cuando el keniano de 21 años tomaría la iniciativa hasta cruzar la meta. La primera mujer en concluir fue Debele Wudnesh Nega, con un registro de 2h 31m 50s, que no logró superar la marca de Ana Isabel del año 1997. "Era la primera vez que venía a esta ciudad y me ha encantado el ambiente y el recorrido", indicó Wudnesh.
Barcelona quería un maratón que prestigiara su marca deportiva y organizativa a nivel internacional, y lo consiguió. La presencia de los atletas kenianos, entre los que destacaba el ganador Jackson Kotut, que comparte representante con el velocista Usain Bolt, ofreció el realce deportivo esperado y elevó el interés tanto de los participantes como del público en general.
Muchos atletas comentaron que participar en la carrera les había permitido conocer nuevos aspectos de la ciudad. Así lo confesó Stefaan Engels, Marathonman, que no buscaba llegar el primero, sino sólo concluir otro maratón: su dorsal, el 365, era el signo de su objetivo de completar una carrera cada día del año.
Entre los participantes destacaba también la presencia de atletas en silla de ruedas, que, curiosamente, completaron su recorrido en una hora y media aproximadamente. También varios personajes públicos, como Arcadi Alibés, periodista de TV-3, y Albert Soler, director del Consejo Superior de Deportes, compitieron en Barcelona. Bajo la estatua de Colón, un grupo de gigantes y cabezudos de L'Ametlla de Merola animaron a los participantes. Y en la plaza de Espanya, un grupo de percusión marcaba el ritmo a los concursantes.
"El público tal vez estuvo demasiado frío en algunos momentos", confesó un participante, tras concluir la carrera. "En la parte de la Ronda Litoral no había nadie y daba la sensación de correr en el desierto. En cambio, en la parte final de la carrera, el público te empujaba, te daba alas para poder concluir". Acabaron tanto la participante más joven, la estadounidense Margaud Flannery, de 18 años, como el más veterano, Antonio Huerta, de 75 años, que invirtió cinco horas.
Llegar a la avenida de Maria Cristina, oír el ritmo de la música de Flash, ver las fuentes de Montjuïc y recibir los aplausos del público, que abarrotaba las gradas, fue para muchos un logro suficiente. Pero no todos lo consiguieron.
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