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En Francia, desde los 16 años

Si ha habido un país del que España ha aprendido sobre seguridad vial, ése es Francia. Será, previsiblemente, uno de los modelos que se tendrá en cuenta para implantar la conducción acompañada.

Hace más de 20 años que Francia instauró este sistema por el que, tras una formación en la autoescuela, los adolescentes a partir de los 16 años pueden ponerse al volante con la supervisión de un adulto con carné. Esta idea se probó primero en 1984, y se generalizó en 1987 con un objetivo muy concreto: reducir el número de accidentes entre los menores de 25 años. Hoy casi el 30% de los nuevos conductores pasan por este proceso, oficialmente denominada Aprendizaje Anticipado de Conducción (ACC), pero las autoridades quieren aumentarlo, y por ello han modificado hace un año los criterios de obtención.

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Conducir antes es conducir mejor

La formación consiste en tres etapas. Primero, el alumno recibe clases teóricas y tiene que aprobar un examen. A continuación, debe realizar al menos 20 horas de conducción con un profesor de autoescuela, hasta que éste le da el visto bueno. Entonces empieza el periodo de conducción acompañada: el joven aprendiz debe conducir al menos 3.000 kilómetros en un año, unos trayectos que anotará con esmero en un cuaderno.

Durante ese periodo, tendrá tres citas obligatorias con la autoescuela: una primera de orientación de dos horas con el acompañante; una segunda a medio camino; y una tercera, tras cumplirse los 3.000 kilómetros, cuando se decide si el alumno está listo para pasar el examen práctico y sacarse así definitivamente el carné.

Aunque los accidentes de carretera siguen cebándose con los jóvenes -en 2008, el 22% de los muertos en carretera tenían entre 18 y 24 años, cuando suponen apenas el 8% de la población-, los datos parecen mostrar que los conductores que siguen este largo proceso de aprendizaje son más prudentes que los que no lo hacen.

Según un estudio de la aseguradora MACIF, la tasa de accidentes entre los jóvenes menores de 21 años que pasaron por la conducción acompañada es de entre un 25% y un 20% menor que la de los que pasaron directamente el carné. Además, les resulta más fácil luego aprobar el examen práctico: un 69,5% de ellos lo logra, frente al 51,9% de éxito en los otros casos.

A los menores que siguen el aprendizaje por la conducción acompañada también se les reconoce la experiencia acumulada. Mientras que un conductor novato empieza con seis puntos de carné y tiene que esperar tres años sin cometer ninguna infracción para obtener los 12 puntos, en el caso de los que pasan por esta modalidad obtiene el total de puntos al cabo de dos años.

Las autoridades quieren aumentar el éxito de la fórmula, por lo que se han modificado algunos criterios. Por ejemplo, el acompañante ya no tiene por qué ser mayor de 28 años, sino que basta con que tenga el carné desde hace cinco años. Resulta así más fácil que un hermano mayor figure en la lista de acompañantes autorizados, siempre que no haya sido condenado por delitos de tráfico y cuente con el permiso de su aseguradora. Cada alumno puede tener varios acompañantes. También se ha eliminado el periodo máximo de tres años que enmarcaba la conducción acompañada, por lo que ahora un alumno puede seguir practicando sin límite de tiempo.

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