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Salt escenifica el entendimiento

Una reunión entre la alcaldesa y los jóvenes inmigrantes acaba con la tensión de los últimos días

Rebeca Carranco

¡Uno para todos y todos para uno! Por un momento pareció que el lema de los tres mosqueteros iba a salir ayer de la boca de los representantes de los inmigrantes y la alcaldesa de Salt (Gironès), la socialista Iolanda Pineda. Tras casi dos horas de reunión, una foto sirvió para sellar el fin de una semana de encontronazos y tensión. Con las manos unidas, posaron ante la prensa. Su mensaje era claro: esto se ha acabado. De momento, la tranquilidad retorna a Salt, que tiene 43% de sus ciudadanos de origen inmigrante y el 25% de foráneos en el paro.

No habrá manifestación. Después del encuentro de ayer en el Ayuntamiento, el equipo de gobierno municipal, con Pineda a la cabeza, logró frenar las protestas de los más jóvenes. Ellos les han tenido con el corazón en un puño desde que se enfrentaron verbalmente el jueves pasado ante el Ayuntamiento lugareños e inmigrantes, la mayoría magrebíes. Su proclama era manifestarse para denunciar que delincuencia no es igual a inmigración y pedir el cese de las identificaciones policiales.

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Eso último no lo han logrado. Los agentes van a continuar como hasta ahora, parando a personas por la calle (la semana pasada se hicieron 300 identificaciones). Pero cuando alguien sienta un abuso de poder, podrá quejarse ante la Policía Local o los Mossos d'Esquadra. Es lo que Pineda ha bautizado como una vía "más abierta" de diálogo con los agentes. "Les explicarán por qué se hacen esas identificaciones", aseguró la alcaldesa. Eso ha servido para calmar los ánimos.

Radiantes, los jóvenes se sentaron en una mesa repleta de micros, junto a Pineda y el resto de los representantes de las asociaciones que participaron en la reunión. "Los jóvenes vamos a trabajar por la paz", dijo, escueto, Abderramal Boughassal. El joven, de 20 años y mecánico de profesión, será previsiblemente el portavoz de Joves per Salt, la asociación que se creará. Lleva desde los seis años en Salt y tiene un expediente policial inmaculado, inexistente.

Pero no sólo se hicieron oír ayer los jóvenes. Unas 20 personas se sentaron en la mesa de negociación en el pleno municipal. Acudieron representantes de la asociación cultural Al Hilal, de Codenaf-Cataluña (de carácter empresarial) y de Almahajiren Almagariba. También asistieron representantes de la Policía Local y de los Mossos d'Esquadra, y por parte del Consistorio, Pineda y el responsable de Inmigración, Andreu Bover, además del diputado del PSC de origen marroquí Mohamed Chaib.

De la reunión se extrajo un cúmulo de buenas intenciones: la creación de una mesa para la convivencia formada por miembros del Ayuntamiento, vecinos y comerciantes; la redacción de un manifiesto conjunto; una próxima reunión de todos los actores..., pero ninguna medida tiene carácter inminente. "Justo ahora lo hemos decidido", se justificó ayer la alcaldesa, que se mostró muy positiva: "Nuestras inquietudes son las mismas. Ellos también han sido víctimas de los hechos delictivos".

Los únicos flecos pendientes ahora son la asociación de vecinos y la de comerciantes. Ellos encendieron la llama el lunes pasado cuando se manifestaron en contra de la inseguridad, impidiendo la celebración de un pleno. En una reunión, el viernes pasado decidieron enviar una carta al Departamento de Interior y al de Justicia para exigir más contundencia en la aplicación del Código Penal y más efectivos en las calles. Es una misiva pactada con el Consistorio. Si la Administración autonómica no contesta, seguirán adelante con su manifestación dentro de 15 días. Pineda propuso ayer que esa carta la firmen también los colectivos de inmigrantes.

Mientras dentro "cerraban una página y abrían otra nueva", en boca de uno de los asistentes, fuera más de 50 recién llegados esperaban noticias. Cada uno mataba el tiempo a su manera: los críos jugando; los mayores, charlando en corrillos. Un grupo de autóctonos los miraban apoyados en la pared, bastante escépticos. "Aquí necesitamos un Anglada

[líder de la organización xenófoba Plataforma per Catalunya]", dijo un hombre que prefirió ampararse en el anonimato de sus iniciales: A. M. C., de 49 años, carpintero en paro.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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