El tiroteo destapa la conexión entre los prostíbulos y las peluquerías chinas

El tiroteo ocurrido en el Eixample destapó la conexión entre pisos y peluquerías de personal de origen chino vinculados al negocio de la prostitución. El local donde ocurrieron los hechos se publicita en Internet (tiene página propia) con precios entre 40 y 60 euros. Se da la circunstancia de que la persona que aparece como titular de las facturas del piso regenta una peluquería asiática de la Ronda de Sant Pere, donde, supuestamente, se practica el final feliz. En esta zona del Eixample se han realizado numerosas operaciones contra la prostitución asiática.

La concejal de Seguridad, Assumpta Escarp, afirmó por la mañana que el piso había sido precintado en abril de 2009 por las quejas de los vecinos y tras comprobar que no tenía licencia. Por la tarde, tuvo que rectificar al descubrir la confusión: el que se precintó el año pasado fue el 3º de los bajos de la misma finca. El piso donde ocurrieron los hechos, sin embargo, es el principal primera y funcionaba, según los vecinos, desde hacía unos meses. "No había dado problemas, pero en las últimas semanas hemos tenido que llamar a la policía cinco veces", explicó una vecina. En la última ocasión, unos clientes descontentos quemaron una papelera frente a la puerta del local. Escarp puntualizó que el distrito no había recibido quejas. Según fuentes municipales, que haya dos prostíbulos en la misma finca es demasiada casualidad. Estas fuentes sospechan que podrían estar conectados de algún modo o pertenecer al mismo dueño.

El suceso ocurrió a las 22.30 horas, cuando los vecinos oyeron gritos y peleas en el prostíbulo ilegal y alertaron a la policía. Una patrulla de seguridad ciudadana del Eixample se acercó al número 429 de la calle de Aragón para atender unos sencillos alborotos y se encontró con hombres armados. Una de las prostitutas, asustada, les abrió la puerta. Los asaltantes trataron de escapar a través del patio interior, perseguidos por los dos policías. Al darles el alto, uno de los ladrones se giró y disparó. "Oímos un disparo justo ahí", explicó una vecina señalando el patio de al lado. Los agentes no repelieron el ataque.

Los ladrones saltaron del patio a unos pequeños habitáculos de pladur y, de ahí, aprovechando los vehículos aparcados, llegaron al suelo. Huyeron a pie en dirección a la calle de Sardenya. Uno de ellos se hirió al saltar y, en su carrera, dejó un reguero de sangre. La policía organizó de inmediato un amplio dispositivo, tipo jaula, para dar caza a los fugitivos. Los agentes pensaron que, si uno de ellos estaba herido, no podrían andar muy lejos. El aviso de que alguien estaba forzando la puerta de un piso en la calle de València encendió las alarmas, aunque la búsqueda en ese lugar no dio resultado. El operativo, espectacular, se mantuvo a lo largo del día de ayer.

Tras recibir el impacto, los mossos -que no llevaban chaleco antibalas- recularon hasta el prostíbulo, donde fueron atendidos por un vecino. Un mosso fue herido en el tórax, la cara y las extremidades y está pendiente de los resultados de una prueba. Al otro, que anoche permanecía ingresado en observación, le alcanzaron en el brazo.

Los agentes hallaron la escopeta y buscan una segunda arma. También se hicieron con una mochila con joyas y documentación de las chicas del prostíbulo.