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Debate de terciopelo con pocos pactos

Montilla invita a la oposición a dialogar juntos con los agentes sociales - CiU y el tripartito sólo votan conjuntamente cuatro propuestas en el pleno sobre la crisis

Los llamamientos cruzados de Gobierno y oposición para alcanzar un gran acuerdo contra la crisis económica quedaron ayer en eso, en simples llamadas que apenas permitieron saber si había alguien al otro lado. El pleno monográfico sobre economía celebrado en el Parlament durante 13 horas evidenció dos cosas: que poca colaboración puede esperar el Gobierno de la oposición a escasos nueve meses para las elecciones y que nadie quiere quedar como el malo de la polícula o el que entorpece la recuperación del bache económico.

Resultado: fue un debate tan correcto a nivel formal como falto de acuerdos concretos. Gobierno y oposición sólo lograron acordar reunirse conjuntamente con los agentes sociales para buscar salidas a la crisis y volver a pedir a las entidades financieras que abran el grifo del crédito. Del centenar de propuestas que se votaron, tripartito y CiU sólo consensuaron cuatro, mientras que el PP sólo vio aprobar una de sus resoluciones.

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Pero a sabiendas de que a estas alturas de la crisis ya nadie cree en pócimas milagrosas y que la solución para los más de 600.000 parados catalanes difícilmente saldrá del Parlament, todos los partidos acudieron al debate con perfil bajo y tono dialogante. De ahí que el pleno quedara inusualmente libre de descalificaciones y hasta hubiera licencias para la cortesía entre el presidente, José Montilla, y el jefe de la oposición, Artur Mas.

Los guiños siguieron en las votaciones: CiU y el PP se abstuvieron en la mayor parte de propuestas del tripartito y éste dio satisfacción a la demanda nacionalista de pedir que el recorte presupuestario del Gobierno central no afecte a las inversiones en Cataluña. Al PP, el tripartito le apoyó en su demanda de estudiar con los bancos nuevas fórmulas para dar liquidez a las empresas.

Más allá de esto, pocas propuestas concretas. El tripartito aprobó sin grandes problemas una cincuentena de propuestas poco detalladas. Los grupos del Gobierno dieron poca cancha a los nacionalistas, más allá de invitarles a participar en el Acuerdo Estratégico, el foro reservado hasta ahora a Gobierno y agentes sociales para definir la política económica. Montilla quiso ensalzar la importancia de este foro, que decide cerca del 30% de la inversión de la Generalitat. De ahí que le dijera a Artur Mas: "Nunca un Gobierno había ofrecido tantos acuerdos". CiU, el PP y Ciutadans aceptaron la invitación. Montilla también aseguró que Cataluña puede ayudar a salir de la crisis al conjunto de España proyectando de manera natural su "liderazgo sobre el conjunto de la economía española".

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Mas alertó de entrada de que no daría "un cheque en blanco" al Gobierno. De ahí que sus exigencias fueran elevadas y, en buena parte, inasumibles para el tripartito. Concretamente, pidió hacer un frente común en las Cortes para frustrar el aumento del IVA que pide el Gobierno, una petición que quedó sin respuesta por parte de Montilla.

Tras reprochar a Montilla que no haga "ni un gramo" de autocrítica, Mas planteó otras cuatro medidas que cree vitales: una ley de morosidad para lograr que la Administración pague a 30 días, el adelgazamiento de la misma, que se facilite el crédito a las empresas y las familias, y la reforma del mercado laboral. El jefe de la oposición lamentó que sus propuestas sean más escuchadas en Madrid que en el Parlament -"nos aprueban el 56% de ellas y aquí solo el 12%"- e insistió en una vía destinada al fracaso: hacer un frente catalán en Madrid. CiU mimó ayer especialmente su firme decisión de que la Administración acelere sus pagos y se negó en redondo a retirar la proposición de ley sobre la morosidad que defenerá en el pleno de hoy. "Es la primera ocasión de consenso", dijo el demoscristiano Josep Maria Pelegrí.

CiU y el PP defienden desde hace meses las mismas recetas para salir de la crisis y el diputado popular Enric Millo abogó por una bajada de los impuestos y el plan de austeridad de la Administración además del ya citado acuerdo para que bancos y cajas reabran las líneas de crédito. "Cualquier día el cobrador del frac pasará a buscarle por la plaza de Sant Jaume", señaló Millo tras pintar un paisaje desolador. "No me reconozco en el país que usted ha descrito y la inmensa mayoría de la cámara tampoco", le reprochó Montilla.

No era el día de mostrar fisuras en el tripartito. ICV-EUiA fue consecuente y centró sus intervenciones en defender la obra del Gobierno y subrayar su perfil propio con las propuestas. El líder de ERC, Joan Puigcercós, admitió que quedan "muchas cosas por mejorar", aunque dijo que eso se lograría con más autogobierno. "Un Estado propio es importante para solucionar la crisis. Y a menudo tenemos el Estado en contra. España y hay cosas que no se pueden catalanizar nunca. Son países distintos", sentenció. Y acabó rogando a CiU y PSC que actúen igual en Cataluña y Madrid y que "Duran Lleida [secretario general de CiU] no merdegi" en alusión a sus ofertas de pacto.

ERC propuso adelgazar la Administración pública, algo que quedó reflejado, aunque sin concretar, en las resoluciones. Dolors Camats, portavoz de ICV, centró sus críticas en la oposición y dejó de lado las diferencias entre los socios. Reclamó a Montilla que lidere "un cambio de modelo económico en España" que pase por la "austeridad y la priorización de los servicios sociales". También propuso una reforma laboral que prime el sector público y permita "una modernización ecológica, una mejora de la competitividad y más cohesión social". Albert Rivera, portavoz de Ciutadans, se quedó solo con su propuesta de resolución para suprimir las sanciones por no rotular en catalán.

Artur Mas, en el estrado, durante el debate sobre la crisis económica, ayer en el Parlament.
Artur Mas, en el estrado, durante el debate sobre la crisis económica, ayer en el Parlament.Susanna Sáez

Resoluciones aprobadas

- El Parlament insta al Gobierno a buscar ante las entidades financieras nuevas fórmulas para mejorar la liquidez y acceso al crédito de las empresas, las autonomías y los profesionales.

- El Gobierno deberá convocar una cumbre entre el Consejo de Instituciones del Acuerdo Estratégico y los representantes de los grupos parlamentarios para adecuarla al contexto actual.

- Para adelgazar la Administración, el Gobierno redactará, en un plazo máximo de tres meses, un plan de racionalización y simplificación de la estructura del sector público.

- Tal como se estipula en la disposición adicional tercera del Estatuto, la Generalitat preservará la inversión pública del Estado, evitando recortes del Ministerio de Fomento.

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