Los cambios del decreto
Educación mantiene la capacidad de los padres para elegir la lengua en Infantil, pero la matiza en niveles superiores
En la Consellería de Educación andan haciendo equilibrios con el decreto del gallego para no renunciar a algunos de los principios que prometió Feijóo y, a la vez, atender a las quejas que han suscitado las bases presentadas el penúltimo día del año pasado. En el texto que servirá para regular el uso de las lenguas en el aula hay un punto que no contenta a nadie: el voto vinculante de los padres a la hora de elegir la lengua en la que estudian sus hijos. Fuentes del departamento que dirige Jesús Vázquez aseguran que lo mantendrán en Educación Infantil, pero que es muy probable que lo flexibilicen en los niveles superiores.
Esta postura atendería a parte de las demandas de sindicatos, equipos directivos, asociaciones de padres, que aseguraban que la capacidad para elegir la lengua de las asignaturas troncales en Primaria y Secundaria tiene tan poco de viable como de pedagógico. Pero Educación no va a renunciar a oír la voz de los padres, lo que se puede efectuar a través de una opinión no vinculante. La consellería también se reafirma en mantener el texto que incumbe a Infantil como está redactado, de forma que la lengua vehicular será la mayoritaria del aula y estará determinada por lo que expresen los padres en la matrícula de curso.
El anuncio de los cambios tendrá que esperar, ya que fuentes de la Xunta explican que Feijóo prefiere cerrar el frente de las cajas antes de reabrir el del idioma. Porque los cambios seguirán trayendo protestas. Serán otro paso atrás para la parte más radical de los implicados en el cambio del decreto, encabezados por la asociación Galicia Bilingüe. Para ellos, lo que no sea libertad total de los padres para elegir el idioma en el que estudian sus hijos es incumplimiento del PP. No en vano, el número dos del partido en Galicia, Alfonso Rueda, se manifestó con el colectivo antes de las elecciones.
También está muy lejos de las reivindicaciones de buena parte de los colectivos que se reunieron con la consellería. Los retoques afectarán, igualmente, al plurilingüismo que recogía el texto. La presencia del inglés se irá asentando poco a poco y, mientras, gallego y castellano compartirán un 50% de la carga lectiva.
El decreto vigente que derogará la Xunta, el gallego debe tener al menos la mitad de horas. Pero no siempre se cumple. Según datos de la inspección sólo imparten más de un 60% en gallego en un 45% de los centros de A Coruña, un 55% en Lugo, un 80% en Pontevedra y un 90% en Ourense.
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