Rajoy intenta abrir una brecha en el Gobierno ninguneando a De la Vega

Después de más de cinco años de tener a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, como centro de ataque político, la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría desvía su punto de mira hacia la vicepresidenta segunda, Elena Salgado. Aún no está decidido si será una decisión coyuntural o de más calado. Así, durante la próxima sesión de control al Gobierno, la portavoz popular se dirigirá a Salgado en una jornada parlamentaria en la que el 70% de las preguntas del Grupo Popular se dedicarán a la crisis económica.

Lo cierto es que cuando Sáenz de Santamaría interpele a Salgado no estará en su escaño la vicepresidenta primera, que se encontrará ese día en Bruselas. Ahora bien, cuando los populares decidieron dirigirse a Salgado no lo hicieron a sabiendas de que De la Vega no iba a estar, ya que no figuraba como ausente en la relación que el Gobierno remite a la Cámara para informar qué ministros no pueden asistir a la sesión de control por estar en otras ocupaciones oficiales. En el Grupo Popular se insiste en este dato para dejar claro que se dirigen a Salgado deliberadamente y no porque De la Vega no vaya a estar en el hemiciclo, hecho que desconocían cuando formularon la pregunta.

La vicepresidenta asegura que le falta tiempo para atender tantas obligaciones

Con esta actitud, el Grupo Popular quiere forzar la impresión de que la vicepresidenta primera ha perdido poder. A esta presunción se ha sumado el presidente del PP, Mariano Rajoy, al no formar parte Fernández de la Vega de la comisión que dirige Salgado, junto a José Blanco y Miguel Sebastián, para canalizar reformas contra la crisis. "No vamos a entrar en lo anecdótico ni en cotilleos de si no está De la Vega o Corbacho [Celestino, ministro de Trabajo]", afirmó en Barcelona. "Soraya Sáenz de Santamaría me ha dicho que va a pasar a hacer las preguntas a la señora Salgado; supongo que pregunta a quien cree que tiene más influencia y más capacidad de decisión", informa Àngels Piñol.

Fernández de la Vega sufrió ayer un auténtico aluvión de preguntas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros sobre si consideraba que su posición se había visto deteriorada en el Gobierno al quedar excluida de la comisión más importante que ha constituido el presidente del Ejecutivo.

Lo más llamativo de la situación creada es que Fernández de la Vega preside la mayoría de las comisiones del Ejecutivo y, sobre todo, que la representación política en la comisión negociadora sobre la crisis ha corrido a cargo del ministro de Fomento, José Blanco.

La vicepresidenta primera salió como pudo del trance con una serie de respuestas en las que trató de dar la impresión de no sentirse afectada. "Me faltan horas para poder hacer todo el trabajo que tengo", dijo sonriente.

En otra de sus respuestas, puso el acento en el acierto de la elección de la comisión por parte de Zapatero: "Me siento muy representada por los tres integrantes de la comisión, que desarrollan su trabajo de forma excelente".