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Reportaje:24 HORAS EN... FEZ

El plató de U2

En la ciudad marroquí de Fez el grupo irlandés grabó parte de su último disco. Un enclave laberíntico para perderse. En la medina, en el zoco de la plata o en el barrio de los curtidores

"El hogar espiritual de No line on the horizon (el último disco del cuarteto irlandés U2) es, sin lugar a dudas, Fez". Lo cuentan Bono, el carismático líder de la banda, y The Edge, su guitarrista. Entre el 19 y el 22 de marzo del año pasado, el grupo de rock eligió esta ciudad marroquí no sólo para grabar parte de la obra, sino también como escenario para el vídeo de su segundo single, Magnificent. Pero Fez, sobre todo, fue un lugar donde U2 trataron de pasar desapercibidos y concentrarse. En el vídeo, unas sábanas enormes cubren esta ciudad que posee una de las medinas más intrincadas y fascinantes del mundo. Los cuatro magníficos de Dublín pasean por el laberinto mientras los efectos especiales de un ordenador descubren los edificios. La liberación. La metáfora. Los pájaros de Fez pueden presumir. Larry Mullen Jr., baterista de U2, lo cuenta partido de la risa: "Tuve que tirar a la basura una batería electrónica. Grabamos y ensayamos en un patio de un palacete de la ciudad y fue inevitable la corrosión de las cagadas de los pájaros". "Dejaron aquel instrumento inutilizado, pero qué acústica", recuerda.

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Todo lo que se dice de Fez es cierto y al tiempo falso. Es, sencillamente, un lugar donde los patrones mentales de Occidente no corresponden. Fez es un acto de fe, un tour de force mental. Y pese a los rumores, leyendas, malas lenguas e, incluso, a su engañoso aspecto amenazador es una ciudad segura y tranquila. Fez está dividida en tres partes: Fez el Bali (1) la ciudad antigua y epicentro de la medina, Fez el Jdid (2), la ciudad nueva que contiene el mellah o judería y el Palacio Real, y la Ville Nouvelle C, construida por los franceses. Orientarse por el nombre de las calles es imposible, pero dentro de la medina, aunque parezca increíble, aparece lo que se busca y, además, los fasíes son amables y predispuestos a ayudar a quien se pierde. Una pregunta a tiempo evita muchas idas y venidas.

08.00 El laberinto espiritual

Bab Al Mahrouk (4) es una de las puertas de acceso a Fez el Bali, donde late el corazón de la medina. Una de las calles anchas que parten de allí, Talaa Kebira (5), lleva hasta la Place as-Seffarine, donde se encuentra la impresionante Mezquita (6) y la Universidad de Kairarouine. Este complejo de edificios alberga la universidad, una de las más antiguas del mundo, fundada alrededor del año 859 después de Cristo. La mezquita es prácticamente una ciudad dentro de la ciudad y tiene capacidad para más de 20.000 fieles. El acceso está prohibido a los nesrani, a los cristianos, que deben contentarse con intuir el interior desde las puertas de acceso. Donde sí se puede entrar por unos 10 dirhams (unos 0,90 euros) es a la Madraza el Attarine (7) (de 9.00 a 18.00; cerrada durante los rezos). Está decorada con azulejos a modo de mosaico y techos labrados en madera de cedro siguiendo los diseños tradicionales de la artesanía benimerín. Muy cerca de allí, bajando por la calle Talaa Kebira, está la Madraza Bou Inania (8) (de 9.00 a 18.00, excepto durante los rezos), con un impresionante patio cubierto de celosías y artesonados de madera de cedro.

10.00 La ruta de los oficios

Partiendo de la parte este o noreste de Place as-Seffarine, se toma una bifurcación a mano izquierda que desemboca en el barrio de las Curtidurías - I. El hedor puede llegar a ser insoportable, pero el espectáculo es magnífico: un auténtico oficio medieval en pleno siglo XXI que puede observarse desde cualquiera de las terrazas de las tiendas del barrio.

A un paso está el zoco del bronce y de la plata. Como en las ciudades medievales europeas, la estructura urbana de Fez sigue el orden de los oficios. Cada barrio tiene su función y en él se concentran maestros y aprendices que mantienen vivas tradiciones seculares que hacen a la ciudad famosa en todo el país por la calidad de su trabajo.

13.00 Un descanso de sultán

Hay tal cantidad de estímulos -de gente, de olores y sensaciones- que un descanso se hace imprescindible. Es el momento de descubrir otro de los secretos de Fez. Tras la apariencia plana de sus edificios, apenas un muro encalado abierto por una modesta puerta, se esconden auténticos palacios y oasis de calma. La vida doméstica se hace puertas adentro y las casas se organizan en torno a un patio. Muchos de estos edificios históricos se han convertido en riads u hoteles tradicionales. Hay bastantes y cada cual tiene su particular encanto, pero quizás uno de los más exquisitos es el Riad Maison Bleue (10) (www.maisonbleue.com; 33 Derb el Mitter, Ain-Azleten; la doble, 170 euros). Son cuatro casas unidas por un patio de estilo andalusí con 13 habitaciones, un balneario privado y un comedor lujoso y umbrío llamado Blue Lounge. Como casi todas las casas señoriales de la ciudad, también tiene una terraza desde la que se extiende una vista impresionante sobre la medina.

15.00 De museos y compras

Ir a Marruecos y volver sin comprar nada es una vana ilusión. Para tener una idea de la opulencia y finura de la artesanía lo mejor es pasarse por el Museo Batha (11) (Rue de la Musée Batha; de 8.30 a 18.00), donde se exponen antiguos objetos procedentes de las madrazas o mezquitas, así como alfombras, telas... Y si además de ver se quiere comprar, una buena opción, aunque no muy barata a pesar del regateo, es el Museo Belghazi (12) (Derb Ghorba; de 9.00 a 18.30). Es un museo-tienda privado con un buen café.

17.00 Un paseo por Fez el Jdid

La Fez Nueva se llama así porque sólo tiene 700 años de historia. Sus calles albergan la judería o Mellah (13),en la que habitaron gran cantidad de judíos protegidos por el sultán. Aquí se encuentra el cementerio judío y la sinagoga Habarim (abierta de 7.00 a 19.00), donde uno se hace una idea de la tradicional tolerancia marroquí hacia otros credos.

19.00 Aguas reconfortantes

Los hamman o baños públicos son una de las experiencias más cotidianas de los fasíes. Es un remedio casi infalible para quitarse el cansancio de encima. Uno práctico y bien acondicionado para extranjeros es el Hamman Ain Azleten (14) (TalaaKebira, AinAzleten; hombres, de 6.00 a 12.00 y de 20.30 a 23.00; mujeres, de 12.00 a 20.30). Por apenas 40 dirhams (3,50 euros), un baño completo y una inmersión total en una de las costumbres árabes más arraigadas.

21.00 Atardecer sobre la medina

Para poner punto final, una buena opción es acercarse al hotel Sofitel Palais Jamaï (15) (www.sofitel.com; Bab Guisa; desde 140 euros). Un hotel suntuoso situado fuera de la medina y con unas espléndidas vistas del atardecer sobre Fez que no deja indiferente a nadie.

Más propuestas e información en la Guía de Marruecos

Barrio de los curtidores visto desde lo alto.
Barrio de los curtidores visto desde lo alto.GONZALO AZUMENDI

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