Adivina adivinanza...
Cuanto más suspense haya en una novela o en una peli más encolada a la butaca te mantiene. Lo mismo sucede con las series de televisión que te tienen en un "ay", con la intriga del qué pasará.¿Quién no ha soltado alguna vez aquello de... "ah, sabía cómo iba a terminar"? Y cuánto más agobiante es el relato o la escena, mayor es la necesidad de ir adivinando lo que viene inmediatamente después. Es una manera de liberar crispaciones, de tranquilizarse.
En estos momentos de tanta tensión económica, ojala fuésemos capaces de adivinar, como quién adivina el final de una peli, lo que le va a pasar a uno en el futuro, especialmente en lo laboral. Y es que esto del paro ha pasado de ser una noticia que se lee en el periódico a ser una plaga que nos va invadiendo en forma de créditos y facturas imposibles de pagar. Así, un día te enteras que un amigo está en una situación complicada, otro día una amiga te escribe para comentar que lleva meses sin trabajar, otro que cierra el taller... en fin, un agobiazo, que se va sumando al tuyo propio. Aunque en nuestro oficio, por fortuna una de las primeras cosas que aprendes en "el día a día" es, precisamente, a vivir sacándole el máximo rendimiento a esa expresión. Y que las malas rachas no son eternas.
Por experiencia propia sé que el paro o parón, sería otra cosa si supiéramos cuando volveríamos a trabajar. Eso sí que solucionaría la angustia de mucha gente y un porrón de familias. Porque no es lo mismo decir que estás con una mano delante y otra detrás, a decir: "Estoy disfrutando de un paréntesis laboral". Y cuando te empiezas a mosquear porque no te sale nada, vas a una oficina de adivinación laboral, miran tu fichero y por ejemplo te dicen: "nada, lo tuyo en seis meses arreglado" o si tienes un taller te comentan que "tranquilo, que te llegarán pedidos en un par de semanas". Y por supuesto, sabiendo eso, te apañas, y desde luego vives la vida de otra manera. Agobiados sí, pero no humillados.
¡Ya!. Ya sé que es ciencia ficción, pero más ciencia ficción es la adivinación sobre la economía que hacen los políticos y los banqueros. Hay mucha Aramis Fuster con corbata y pinta de saberlo todo, diciendo que en el 2010 esto se va a solucionar, otros con gran autoridad comentan que va para largo; y hasta hay quien suelta -como quién juega a adivinar el final de la peli "Titanic"- que el sistema se hunde. Y encima lo dicen como que el tema es un problema planetario o del más allá; vamos que ellos tienen las manos limpias. ¿Se referirá a estos "adivinos oficiales" el anuncio de carrefour cuando habla de "titires obsoletos"?
Pero lo que ahora mismo nadie es capaz de adivinar, y pagaríamos por saberlo, es: con cuántos años nos vamos a jubilar, o si con la "pensión" que nos quede nos llegará para pagar la butaca de una peli de "indios y banqueros".
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