Ya es hora
Conmemoramos ayer el Día Internacional de la No Violencia, una fecha que, como cada año nos recuerda Gesto por la Paz, no podemos pasar por alto en Euskadi. Acabamos de despedir un año en el que la barbarie terrorista truncó las vidas y las ilusiones de Eduardo Puelles, de Carlos Sáenz de Tejada y de Diego Salvá. Desde aquí quiero enviar un cariñoso abrazo a sus familias y a todas las víctimas del terrorismo y decirles que el Gobierno vasco al que pertenezco no va a parar hasta ver la paz y la libertad en nuestra tierra.
En la Euskadi del siglo XXI no hay ninguna justificación para la violencia como instrumento político, ni para el chantaje, ni mucho menos para el asesinato. La sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos deja claro cuáles son los límites para hacer política en democracia. ¿Por qué entonces seguir sacudiendo Euskadi con el ariete de la barbarie? Después de muchas esperanzas y de otras tantas decepciones, ya es hora de que ETA abandone definitivamente la violencia. Ya es hora de que el mundo que hasta hoy ha justificado el terrorismo dé un paso al frente y se haga mayor de edad. Ya es hora.
¿Por qué seguir sacudiendo Euskadi con el ariete de la barbarie?
Es verdad que en la historia de nuestra joven democracia se han producido violaciones de derechos fundamentales por parte de otros agentes. Recientemente hemos alcanzado un acuerdo unánime en el Parlamento vasco para reparar y reconocer a esas otras víctimas de violencia de motivación política, que también deben estar al amparo de la Ley.
Con estos cimientos, un Estado de derecho sólido y una decidida defensa de los derechos humanos, podemos trabajar por un futuro en el que todos nos podamos mirar a la cara y reconocernos como parte de este país. Sólo así lo construiremos definitivamente, y sólo así construiremos la paz, tal y como la entendía nuestro recordado Fernando Buesa: "Paz que exige renuncia a utilizar la violencia como instrumento para conseguir objetivos políticos. Paz que exige la desaparición de la violencia. Paz que requiere justicia para las víctimas inocentes de tanta barbarie. Paz que necesita reconciliación y oportunidades de reinserción para quienes causaron víctimas y daños. Paz fundada en la libertad de defender cualquier pretensión política por procedimientos exclusivamente democráticos".
Ojalá en un futuro próximo podamos dedicar días como el de ayer a repasar la biografía y desgranar el mensaje de Gandhi, a recordar las canciones antibelicistas de John Lennon o a lamentar únicamente expresiones de violencia remotas. Pero actualmente la sinrazón terrorista aún salpica nuestras conciencias, habita en nuestra propia casa y por eso toca trabajar en su deslegitimación social y política. Toca educar en valores de tolerancia, sembrar respeto a las ideas de los demás y hacer pedagogía democrática contra el terrorismo. A eso tenemos que dedicar los 365 días del año.
Idoia Mendia Cueva es portavoz y Consejera de Justicia y Administración Pública del Gobierno vasco
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