Estudiar para el pasado

Seis meses de estudio para cinco horas de un examen teórico que responde más a las necesidades de antes que a las de ahora. La semana ha finalizado con los nervios de punta para 758 estudiantes de distintas carreras de Euskadi que se examinaron ayer de la prueba para estudiar la especialidad, el MIR en el caso de los 264 aspirantes a médicos.

Horas antes del examen, una de las aspirantes comenta que "los primeros días de preparación parecen muy lejanos". El estudio comienza en julio, un mes después de acabar sexto curso de Medicina. A partir de entonces, la rutina diaria pasa por una media de ocho horas diarias memorizando, en tandas de tres horas. ¿Dónde transcurren este maratón de estudio los alumnos de la Universidad del País Vasco (UPV)? El 70% optan por "enclaustrarse" en Oviedo durante este periodo, donde añaden a sus horas entre libros tres más en el curso de preparación más veterano de España, que se imparte desde hace 23 años. Las plazas son tan codiciadas que se solicitan año y medio antes de empezar a estudiar. Otros eligen las lecciones semanales de los colegios de médicos "sobre todo por los apuntes".

De 47 especialidades sólo ocho mantuvieron a sus residentes en 2009

En los últimos tres años han quedado plazas de residentes sin cubrir

Koldo y Cristina han estudiado en la biblioteca del hospital Txagorritxu en Vitoria. Aparentan tranquilidad tres días antes de la prueba porque ya han hecho simulacros del examen, "pero no tienen nada que ver con el real", matiza él. Se saben al dedillo las probabilidades de las respuestas, los consejos de otros años y el ritmo al que tienen que responder las preguntas. Sin embargo, estos cálculos se han visto truncados en el último momento, con los cambios del examen anunciados en el último momento por el Ministerio de Sanidad: menos preguntas -225 más 10 de reserva, 25 menos que otros años- y cuestiones basadas en imágenes.

Con los médicos, se presentaron 327 enfermeras, 39 farmacéuticos, dos químicos, seis biólogos, 114 psicólogos y seis radiofísicos, que completan la cifra de 758 vascos, un 2,8% del total en España -27.101 aspirantes-. En el caso de los facultativos, hoy en día los aspirantes escasean y la demanda exige un gran número de puestos. Aunque este año las listas en España han contado con 13.480 aspirantes frente a las 6.948 plazas disponibles, en los últimos tres han sobrado puestos de residentes por la multitud de renuncias y de aspirantes que ni tan siquiera se presentan al examen. De hecho, la especialidad de medicina familiar y comunitaria, la más complicada, se quedó sin cubrir 253 plazas en 2007 y 51 en 2008.

Y es que entre los médicos afirman que aprobar el examen es relativamente sencillo, pero conseguir la especialidad deseada no lo es tanto. Prueba de ello es que, según la prensa especializada, de las 47 especialidades que existen, tan sólo ocho no han perdido residentes desde la última convocatoria en toda España. Desde el curso ovetense, su coordinadora, Paula J. Fonseca, explica que los abandonos son un verdadero problema para el funcionamiento de los centros sanitarios -en Osakidetza hay en la actualidad 1.080-. Los gestores cuentan con los residentes y, al perderlos, la plaza queda sin cubrir hasta que llegan "los nuevos".

Antes los aspirantes buscaban la mejor nota para estar cerca de casa, ahora las cosas han cambiado. Cristina estudia para especializarse en medicina interna y, para ello, está dispuesta a irse a Madrid, a Bilbao o a Barcelona. Sin embargo, Koldo confiesa que "quiero quedarme en Osakidetza y no tengo preferencias con la especialidad". Aunque no muestra una clara predilección, tampoco se acobarda ante la especialidad de familia.

Las academias "te preparan para hacer el examen", reconocen ambos. Este es uno de los aspectos que critica el decano de Medicina de la UPV, Agustín Martínez Ibargüen: "está caduco, sólo evalúa la capacidad memorística", explica, "antes un buen médico era aquel que hacía un buen diagnóstico, ahora con las nuevas tecnologías es más sencillo". Por ello, aboga por un examen MIR práctico y más adaptado a las nuevas necesidades. Además, identifica una incongruencia en el sistema: las notas de corte dejan fuera de la universidad a muchos estudiantes de Euskadi, pero el MIR pueden hacerlo estudiantes extranjeros. Este año, en España supusieron el 46% de los aspirantes.