El presidente de Vital apela a la fusión de las tres cajas vascas

Gregorio Rojo, presidente de Vital Kutxa, abrió ayer de nuevo el melón de la fusión de las cajas vascas con un pronunciamiento nítido en agilizar "con urgencia" este proceso hasta el punto de reclamar de los políticos que "faciliten" la reforma de la actual Ley de Cajas. Así se recoge en un artículo de opinión que envió a los medios de comunicación.

La petición de Rojo no deja de sorprender en base al rumbo que se desprende del cruce de declaraciones políticas y financieras al que se asiste durante las últimas semanas en Euskadi. Sin embargo, el presidente de la entidad alavesa -pendiente de conocer el recurso ante la Audiencia Provincial de Vitoria sobre la anulación de la asamblea en la que se aprobó su continuidad en su actual cargo- recupera los argumentos que ya le valieron para estructurar los primeros trabajos de fusión con los entonces presidentes Xabier de Irala (BBK) y Carlos Etxepare (Kutxa).

El propio consejero de Economía del Gobierno vasco, Carlos Aguirre, ha venido a reconocer que la fusión a tres debería esperar al menos otro año "porque ahora no toca". Desde BBK, epicentro determinante de cualquier operación a nivel de Euskadi, Mario Fernández siempre ha mostrado en público poca receptividad a reanudar el proceso. A este contrastado escepticismo se añade la situación de crisis económica y el incierto futuro del mercado de la mayoría de las cajas en España.

Así las cosas, este aldabonazo de Rojo, compartido según dice por los empresarios, plantea un nuevo escenario ahora mismo inesperado. El presidente de la Vital nunca ha ocultado su interés por conseguir esta fusión a tres sobre unos parámetros de marcado acento financiero y que respondan a una cuota de mayorías alejada de todo influjo político.

Bien es cierto que la actual situación institucional de Vital no propicia el mejor escenario ya que el proceso judicial en el que se ve envuelta responde a una guerra política que podría tener consecuencias no deseadas para la imagen de la entidad. Con todo, Rojo siempre ha procurado que su apuesta econó mica no se vea alterada por el debate partidista. "Las cajas vascas estamos obligadas a entendernos, porque somos las únicas que revertimos a la sociedad una parte importante de los beneficios y con un objetivo claramente marcado en nuestros estatutos: aportar el desarrollo económico y social".