Guipúzcoa y Vizcaya bajan sus ingresos un 19% pese a frenarse la caída

La crisis se atempera pero sus efectos son aún preocupantes. La recaudación por impuestos en Vizcaya y Guipúzcoa bajó el pasado año una media del 19%, pese a que la caída se frenó en el último trimestre respecto a los cálculos estimados por las instituciones vascas en octubre pasado. Entonces, Vizcaya pensaba acabar el ejercicio de 2009 en una bajada del 19,3%, que finalmente se ha quedado en el 15,8%, mientras que en Guipúzcoa se preveía una disminución del 23,6% y el año ha acabado con una merma del 21,9%.

La Hacienda vizcaína recaudó el pasado año, según los datos definitivos presentados ayer por el diputado foral José María Iruarrizaga, 5.615,7 millones de euros, casi 850 millones menos que lo presupuestado para 2009.

En Vizcaya se han recaudado 850 millones menos de los presupuestados

Guipúzcoa tiene 156 millones pendientes de cobro de impuestos aplazados

Iruarrizaga incidió en la mejora en la parte final del año, aunque las caídas se han mantenido en las retenciones de trabajo, con un 2,2%, o en la cuota del Impuesto de Sociedades, con una bajada del 21%. En el IVA se ha producido un aumento de la recaudación de 164 millones, pero proceden de un acuerdo de la Junta Arbitral del Concierto Económico sobre una operación de la empresa Rover (69 millones) y otros 95 se han conseguido en la mejora de la gestión del impuesto, apuntó el diputado foral.

"A nadie se la escapa que se produce un retroceso del 15,8% respecto a [la recaudación de impuestos de] 2008", admitió Iruarrizaga. Añadió que este año será "muy difícil" sin generación de empleos que absorban los puestos destruidos "y que nos apunta una recuperación lenta y difícil".

A los ayuntamientos vizcaínos, la pérdida de la recaudación foral les obligará a devolver a la Diputación cerca de 184 millones, que, según precisó el diputado foral, tendrá un año de carencia y tres de aplazamiento. Iruarrizaga no quiso facilitar datos sobre el aplazamiento de pagos por el IVA a las empresas y únicamente señaló que el pasado año se multiplicaron "por cinco o por seis". Aseguró que todos los casos son estudiados "individualmente".

Una de las que se denegó fue a una de las empresas del grupo Afer, por los 43 millones de euros del IVA generados en el proyecto urbanístico Puerta de Bilbao en Barakaldo, un impago que ha acabado en los tribunales y que motivó el enfrentamiento entre el presidente del grupo, Jabyer Fernández, con el diputado general José Luis Bilbao. La Hacienda foral justificó la denegación del aplazamiento al ver injustificada la falta de tesorería aducida por la empresa. Afer destinó parte de esos 43 millones a sanear sus cuentas y un total de 8,5 millones se dedicaron a la compra de acciones de tres empresas.

La Hacienda guipuzcoana, por su parte, vio desplomarse un 21,9% la recaudación. Los números arrojan una mejora del 2,2% con respecto a lo fijado en el Consejo Vasco de Finanzas de octubre pasado. Se ingresaron un total de 3.392 millones de euros, muy lejos de los 4.342 presupuestados un año antes. El diputado de Hacienda de esta provincia, Pello González, hizo notar un mejor comportamiento de los tres principales impuestos (IRPF, Sociedades e IVA) durante el último trimestre, lo que atenuó la drástica caída general que se estaba produciendo.

Por otro lado, las empresas guipuzcoanas que solicitaron aplazar sus obligaciones tributarias a lo largo de 2008 y 2009 adeudan 156,6 millones de euros a las arcas forales, según informó ayer el portavoz de la Diputación guipuzcoana, Eneko Goia. Del montante total, la Hacienda espera cobrar el 40,5% durante este ejercicio y no liquidará la deuda íntegra hasta 2012. El año pasado, 12.528 empresas difirieron el pago de sus impuestos, que alcanzaban los 223,3 millones.

Para 2010, el consejo de diputados aprobó ayer un nuevo decreto, continuación del firmado hace un año, que contempla una serie de medidas para flexibilizar el pago de determinadas obligaciones fiscales. Esta iniciativa se enmarca en el plan de ayudas dirigidas a las compañías en una situación de crisis que, según el Ejecutivo foral, "lejos de cambiar, se ha agravado con el incremento del paro", afirmó Goia.