El PIB alemán sufre su mayor caída desde la II Guerra Mundial
Los alemanes proclamaron a mediados del año pasado que se colocaban en el pelotón de salida para dejar atrás la recesión. Pero eso no quiere decir que todo sean alegrías en el país que gobierna Angela Merkel, porque el batacazo que sufrió la economía en 2009 no se recuerda desde el final de la II Guerra Mundial, en 1945. La Oficina Federal de Estadística publicó ayer los datos que certifican este hundimiento: una caída del producto interior bruto (PIB) del 5%.
Se trata de datos provisionales que todavía pueden variar, pero los analistas coinciden en que el de ayer fue un mal día para Alemania, que desde 2003 no se había visto inmersa en la recesión. El desplome del año pasado multiplica por cinco la crisis más honda que había vivido el país en tiempos de posguerra, la que en 1975 se originó por el encarecimiento del petróleo.
La caída del 5% sugiere que la economía se estancó en el último trimestre, después de que los ligeros crecimientos registrados de abril a septiembre despertaran el optimismo. "Es verdad que esperábamos una caída más moderada, pero no supone un cambio de tendencia significativo. Los datos interanuales son muy malos porque todavía se comparan con los de 2008, cuando la crisis no había hecho tanta mella. Pero seguimos creyendo que tanto la eurozona como Alemania crecerán este año en torno al 2%", sostiene Fernando Hernández, de Inversis Banco. "No es el principio del fin de la recuperación, pero ésta pierde ímpetu", añade un analista citado por Bloomberg.
Una potencia exportadora como Alemania recibe el golpe más duro en su punto fuerte, ya que las ventas al extranjero cayeron casi un 15%, mientras que las importaciones lo hicieron un 9%.
Vista desde España, la crisis alemana marca una clara diferencia. Porque mientras allí la caída del PIB ha empujado al paro a tan sólo 37.000 personas, aquí la economía retrocedió el año pasado menos del 4% y se destruyeron más de un millón de empleos. Como afirma el presidente de la Oficina Estadística, Roderich Egeler, en una entrevista colgada ayer en la web del organismo, esta buena evolución del empleo se debe al Kurzarbeit. Esta figura impulsada por el Gobierno alemán permite combinar reducciones de jornada con el cobro de la prestación por desempleo.
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