"Es que estas fechas son muy malas"

Eugenia Mora, de 89 años, iba a pasar la tarde del 26 de diciembre en el hogar del jubilado. Cruzaba por un paso de peatones de su barrio, en Carabanchel, cuando un coche la atropelló. La ambulancia no la llevó a su hospital de referencia, el Clínico, porque el servicio de traumatología -urgencias incluidas- cerró en octubre por obras en el centro. La ingresaron en el hospital Santa Cristina, adonde se ha trasladado el servicio al completo. Tenía la cadera rota. Había que operar.

Dos días después, con las pruebas preoperatorias hechas, el equipo médico se presenta en su habitación. "El traumatólogo aseguró que estaba lista para la intervención, pero el anestesista dijo que, como padece del corazón, no podía operarla, porque cabía la posibilidad de que necesitara una UCI", explica su nieta, María Eugenia Aleza. El hospital de Santa Cristina, que Sanidad usa como centro de apoyo, carece de unidad de cuidados intensivos, pese a haber trasladado allí a todos los pacientes de traumatología del Clínico.

La paciente no fue trasladada al Clínico porque está en obras

"Tiene la cama pedida en el 12 de Octubre", asegura Sanidad

"El anestesista dijo que si la operaba, era bajo nuestra responsabilidad, y que teníamos que firmar un papel de consentimiento", añade la nieta. Según su relato, los familiares se negaron. Había otra opción: trasladarla a un hospital que sí tuviera UCI. Otra nieta de Eugenia, Raquel Herrera, escribió una carta a este periódico para denunciar la situación. "Seguimos esperando el traslado a otro hospital con UCI. Durante este tiempo la degradación de salud que ha sufrido mi abuela ha sido tal que ahora tiene anemia, está con oxígeno, aerosoles... y nadie nos da una solución". Mandó la carta el 2 de enero.

Ayer Eugenia aún estaba en la habitación 128 de Santa Cristina, bien de cabeza, pero acumulando ya 13 días en cama sin moverse. "El día 31 empezó a empeorar. Se le encharcaron los pulmones, los riñones empezaban a fallar", cuenta Raquel Herrera Su abuela padece una patología cardiaca, de la que se medica hace tiempo. Ahora los médicos tienen que estabilizarla antes de poder operar.

Según los familiares, los responsables del hospital llevan días tratando de conseguir que Eugenia ingrese en otro centro. "Nos dijeron que probaron en el Gregorio Marañón, y que se lo denegaron porque no tenían suficientes recursos. Luego lo intentaron en el 12 de Octubre, que aceptó pero sin concretar un día. Da la sensación de que el hospital está como pidiendo limosna. Todo el mundo nos dice que son unas fechas muy malas, con el personal de vacaciones", afirma María Eugenia Aleza. Ya han puesto dos reclamaciones. "Aquí está muy bien tratada, de eso no tenemos queja, pero no es normal que no exista un protocolo establecido para derivar a los pacientes que aquí no pueden operar, como reconocen los responsables del centro", añade esta nieta.

El Servicio Madrileño de Salud aseguró ayer que el lunes trasladará a Eugenia al hospital 12 de Octubre, pero que eso no quiere decir que la vayan a operar entonces. "Tiene pedida la cama, pero ahora están tratándola de la dolencia cardiaca. Es una decisión clínica", aseguró ayer una portavoz de Sermas, que declinó confirmar los intentos de traslado anteriores y rechazó ofrecer más información.