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España evita poner fecha para el repliegue de las tropas de Afganistán

Chacón admite que muchos españoles cuestionan el papel de los militares en el país asiático - Un destacamento se instala en el conflictivo paso de Zabzak

Miguel González

Al contrario que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que fijó en el segundo semestre de 2011 el plazo para iniciar la retirada de las tropas, España no quiere poner fecha a su salida de Afganistán. La misión sólo estará cumplida, advirtió ayer la ministra de Defensa, Carme Chacón, a los militares españoles en Qala-i-Naw, "cuando los afganos sean capaces de tomar las riendas de su propio destino y, por tanto, cuando las fuerzas de seguridad afganas puedan hacer cumplir la ley y llevar la seguridad que hoy estáis llevando vosotros a su propio país". ¿Cuándo sucederá eso? No a corto plazo, a juzgar por la impresionante base que España construye junto al aeropuerto de la capital de la provincia de Badghis. Con una extensión de 70 hectáreas y seis kilómetros de perímetro, tendrá capacidad para unos 1.300 soldados y su coste supera los 44 millones. Si las condiciones meteorológicas no lo impiden, el acuartelamiento estará operativo en julio de 2010, a tiempo de albergar a los 511 militares que España ha comprometido como refuerzo. Su principal misión será instruir a una brigada del Ejército afgano con dos batallones de infantería y unos 2.000 miembros en total a lo largo de un año, así como extender la seguridad al conjunto de la provincia.

El tiempo de permanencia se ampliará de cuatro a seis meses
La nueva base ha costado 44 millones de euros y estará lista en julio
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Más de 300 empleados locales trabajan en las obras, que avanzan a buen ritmo, aunque España ha tenido que instalar un destacamento en el paso de Zabzak para evitar que sean desvalijados los camiones que traen el material desde la vecina provincia de Herat y desde Irán. Las medidas de protección de la base (emplazada sobre una loma, con barreras de hormigón y refugios para todos sus ocupantes) reflejan el deterioro de la seguridad en Afganistán en los últimos años. Cuando los españoles llegaron a Qala-i-Naw, en 2006, ocuparon un parque público en el centro urbano y allí sigue todavía el Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT), hasta que se consume la mudanza.

España tiene 1.068 militares en Afganistán y a mediados de 2010 serán más de 1.500. Para ahorrar costes y rentabilizar la experiencia adquirida, los mandos estudian ampliar de cuatro a seis meses el tiempo de permanencia de los militares en la zona de operaciones, aunque son conscientes de que ello puede suponer un mayor sacrificio para las familias.

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Como dijo ayer Chacón, la misión de Afganistán es la "más dura, compleja y arriesgada" de las que desarrollan las Fuerzas Armadas. Aunque la nueva base está aún a medio construir, ya tiene un monolito en homenaje a los caídos y lo primero que hizo la ministra fue colocar una corona en memoria a los 88 militares fallecidos; el último, el cabo Cristo Ancor Cabello, murió el 7 de octubre. "Es legítimo que nuestros conciudadanos se pregunten qué hace España en Afganistán", reconoció, "y la respuesta es vuestro magnífico trabajo".

Chacón cumplió el rito anual de felicitar personalmente la Navidad a las tropas y trasladarles "la confianza, el reconocimiento, el respeto y, sobre todo, el afecto del Rey" y la felicitación del presidente del Gobierno. En esta ocasión, no sólo le acompañaron altos cargos militares, sino también, por vez primera, la secretaria general del CNI, Elena Sánchez, que saludó a algunos de sus 18 agentes allí destacados. Hace ocho años, cuando España mandó sus primeras tropas, sólo tenía uno. Tras reunirse con los notables locales, la ministra inició el regreso a España. Antes de trasladarse a Qala-i-Naw, visitó a los 70 militares españoles que hasta el 31 de marzo gestionan el aeropuerto de Kabul.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, y el Jemad, Julio Rodríguez (derecha), en Afganistán.
La ministra de Defensa, Carme Chacón, y el Jemad, Julio Rodríguez (derecha), en Afganistán.EFE

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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