El despliegue militar español cuesta un millón al día
La misión en Afganistán es la más cruenta de cuantas ha afrontado el Ejército español desde que, hace 21 años, empezó a participar en operaciones de la ONU, la OTAN o la UE. Un total de 88 militares españoles fallecidos -de los 150 que han perdido la vida en distintos escenarios en todo el mundo- trabajaban para recuperar la estabilidad del país asiático. El último fue el cabo Cristo Ancor Cabello Santana, que el pasado 7 de octubre murió por la explosión de un artefacto cuando volvía a la base de Herat.
Pero la de Afganistán no sólo es la operación que registra más bajas, sino también la más costosa. Desde que hace ocho años, en 2002, los primeros soldados españoles llegaron a Kabul, el coste supera los 1.550 millones de euros: de ellos, 365 millones -es decir, un millón diario- sólo en 2009.
La nueva base de Apoyo Provincial (PSB) que España construye junto al aeropuerto de Qala-i-Naw cuesta más de 44 millones de euros. Aunque ya ha empezado a ser ocupada, se espera que esté plenamente operativa en junio de 2010 y que allí se concentre el grueso de los 1.500 soldados españoles, así como un centenar de colombianos y soldados de EE UU. Además, España financia con 14,5 millones la instrucción y equipamiento de un batallón del Ejército afgano, para el que también construye una base en Qala-i-Naw.
Para desarrollo, menos
Frente a las ingentes cantidades invertidas en seguridad, los fondos destinados a la reconstrucción son más modestos. En la Conferencia de Londres (2006), España comprometió 150 millones de euros a la reconstrucción y el desarrollo de Afganistán; y en La Haya, en marzo pasado, anunció que daría otros 60 millones. En total, 210 millones para el periodo 2006-2012 de los que, según la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID), ya se han ejecutado unos 130 millones.
El dinero más rentable es el que se invierte directamente en el desarrollo de la provincia de Badghis: más de 31 millones desde 2006. Este dinero ha permitido la construcción de 160 kilómetros de carreteras y más de 150 escuelas -la mayoría en barracones provisionales-, así como la reducción en un 70% de la mortandad infantil en esta provincia con 700.000 habitantes y una extensión similar a Galicia.
De cara al futuro se quiere poner el acento en el desarrollo de las comunidades rurales, para lo que se ha habilitado una partida de 25 millones.
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