Nuevos choques entre opositores y policías iraníes
50 detenidos en Isfahán en un funeral por el ayatolá reformista Montazerí
La oposición iraní denunció ayer un nuevo ataque de las fuerzas de seguridad cuando miles de personas acudían a un funeral en memoria del gran ayatolá Hosein Alí Montazerí en Isfahán, en el centro de Irán. Hubo varios heridos y al menos medio centenar de detenidos, entre ellos cuatro periodistas. Montazerí estaba considerado el referente espiritual del movimiento opositor y desde su fallecimiento, el pasado domingo, se han producido enfrentamientos entre sus seguidores y la policía en al menos tres ciudades cuya población se considera religiosa, lo que agrava la naturaleza del desafío que afronta el régimen islámico.
Todo empezó cuando centenares de seguidores de Montazerí (hasta 3.000, según algunas webs) acudieron a la mezquita Seyyed para celebrar un funeral. Habían sido convocados por Jalaludín Taherí, un ayatolá muy crítico con el Gobierno, a quien la policía interceptó de camino a la aljama. "Se encontraron un cartel diciendo que no habría ceremonia y numerosos antidisturbios y agentes de paisano en los alrededores", explicó a EL PAÍS un periodista local que estuvo presente. El joven pidió el anonimato por temor a represalias, ya que las autoridades han impuesto una severa censura en las informaciones sobre las protestas.
El régimen dilata el proceso contra la profesora francesa detenida en julio
Varias webs reformistas denunciaron el uso de porras y gases lacrimógenos para dispersar a los asistentes. Algunos testigos hablan de heridos. "El ambiente era terrorífico; atacaban a la gente con desmesura", relató una chica. "Lo que más molestó fue la detención del hoyatoleslam Masud Adib", aseguró el reportero en referencia al clérigo reformista que iba a pronunciar la oración por Montazerí. "Es deplorable tratar así a quienes asisten a un funeral", declaró el ayatolá Taherí.
El periodista responsabilizó a los milicianos de la violencia. "Los policías pedían a la gente que volviera a sus casas, pero los agentes de paisano empezaron a realizar detenciones. No sé cuántas, pero al menos 50", declaró en consonancia con la información de la web conservadora Parlemannews. "Si no hubieran intervenido, la ceremonia se habría desarrollado con normalidad y no habría pasado nada", aseguró tras describir a los asistentes como "gente mayor que consideraba a Montazerí su fuente de emulación, nada que ver con quienes corean eslóganes antigubernamentales". Pero en su opinión, "las autoridades no pudieron tolerar el desafío".
Desde la controvertida reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad el pasado junio, la República Islámica se enfrenta a la mayor crisis de legitimidad de sus 30 años de existencia. La oposición aprovecha cada acto multitudinario para denunciar al Gobierno, y la muerte de Montazerí, el más destacado de los clérigos críticos, ha reavivado la contestación. Su tumultuoso entierro el pasado lunes llevó las protestas a Qom, una especie de Vaticano chií, donde hasta ahora no se había oído hablar de semejantes manifestaciones políticas. También Nayafabad, la ciudad natal de Montazerí, es desde el martes escenario de choques esporádicos.
Lo ocurrido en Isfahán puede ser sólo la punta del iceberg. Ante la coincidencia del séptimo día de luto por el gran ayatolá con la festividad religiosa de Ashura, el próximo domingo, el jefe de la policía ha advertido de una "feroz" confrontación, según la agencia Fars. El Gobierno ya ha empezado a movilizar a sus partidarios, que ayer se manifestaron en Qom.
Por otra parte, el caso de Clotilde Reiss, la profesora francesa detenida desde el pasado 1 de julio, parece haberse enredado en los inescrutables vericuetos de la justicia iraní. Tras comparecer ayer ante el tribunal revolucionario en la que se anunciaba como última vista de su juicio, su abogado anunció que el juez había decidido convocarla de nuevo en una fecha sin determinar. Reiss, de 24 años, está acusada de participar en las protestas poselectorales y pasar información a la Embajada de Francia. Las autoridades francesas denuncian que Irán ha convertido a la joven en rehén de un juego diplomático para tratar de obtener la liberación de un iraní condenado a cadena perpetua en París por el asesinato de un ex primer ministro de su país en 1991.
Tal posibilidad, que Irán no ha expresado abiertamente, coincide con filtraciones publicadas en la prensa estadounidense sobre la voluntad de Teherán de vincular la liberación de tres excursionistas norteamericanos detenidos por cruzar ilegalmente desde el Kurdistán iraquí, con el destino de 11 iraníes que supuestamente se encuentran en cárceles de Estados Unidos.
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