Marruecos considera que España y Francia han dado un aviso a Haidar
Rabat trata de convencer a sus ciudadanos de que el desenlace fue un éxito
Gobierno, partidos políticos y la prensa oficialista de Marruecos se esforzaron al unísono, en las últimas horas, en justificar y presentar como un éxito el desenlace del caso Haidar el pasado jueves. Sólo un puñado de publicaciones independientes duda de que la solución sea una victoria de Rabat.
"Marruecos salió airoso". La frase, pronunciada ante las cámaras de televisión Al Aoula, por Mohan Laenser, líder del Movimiento Popular, resume en tres palabras el tono general de las numerosas intervenciones de los políticos marroquíes.
Tras 32 días de huelga de hambre, la independentista saharaui Aminetu Haidar regresó, en la noche del jueves al viernes, a El Aaiún, la capital del Sáhara de donde fue expulsada el 14 de noviembre a Lanzarote por la policía marroquí que también le retiró su pasaporte.
Haidar fue deportada porque, al desembarcar el 13 en El Aaiún, dejó en blanco la casilla "nacionalidad" de la ficha policial -para no tener que poner marroquí- y en el apartado "lugar de residencia" escribió "Sáhara Occidental", el término que emplea Naciones Unidas. La activista asegura que actuaba así desde 2006.
Cuando Haidar se puso en huelga de hambre para volver a El Aaiún, la respuesta unánime de la clase política fue "no cederemos al chantaje". Y cuando el Gobierno español solicitó que pudiese regresar al ministro de Exteriores, Taieb Fassi-Fihri, los partidos se reunieron, el 30 de noviembre, a instancias del rey Mohamed VI, para contestar con un "no".
Rectificaron a los 17 días. Lo hicieron, en primer lugar, por motivos humanitarios. Mustafá Mansouri, líder del partido RNI, fue uno de tantos en alabar "la decisión del Gobierno (...) achacable sólo a razones humanitarias".
Lo hicieron, sobre todo, porque los Ejecutivos francés y español subrayaron, el jueves, "en términos muy claros, que la ley marroquí se aplica" en el Sáhara y "nadie puede sustraerse a ella", según explicó el portavoz del Gobierno de Rabat, Khaled Naciri.
Los comunicados de España y Francia, señaló en Madrid el embajador marroquí Omar Azziman, "dejaron muy claro el estatuto del Sáhara desde el punto de vista del derecho internacional".
Las dos ex potencias coloniales, se deduce de las palabras de Naciri, han avisado así a Haidar y a un grupo de independentistas que actúa como ella, de que mientras viva en el Sáhara debe respetar la ley marroquí y rellenar en consecuencia la ficha policial.
El comunicado de Hillary Clinton, secretaria de Estado de EE UU, alaba la "generosidad" de Rabat al readmitirla, pero no menciona qué ley impera en el Sáhara. La Casa Blanca publicó, ayer de madrugada, otro comunicado, redactado en términos casi idénticos al de Clinton.
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