España es el sexto país de la OCDE en esperanza de vida
Las enfermedades circulatorias son las primeras causas de muerte - Baja el número de camas hospitalarias
El informe titulado Panorama de la salud 2009 de la OCDE, hecho público ayer en París, arroja un dato revelador: España ocupa la sexta posición en esperanza de vida de un grupo de 31 países entre los que se cuentan los Estados más ricos e industrializados del planeta. El estudio, que utiliza datos de 2006, especifica que los españoles viven ahora, de media, 81,0 años, por detrás de Japón, Suiza, Australia, Italia e Islandia. Si esta cifra se desglosa por sexos, las mujeres españolas, con 84,3 años de media, sólo son superadas por las japonesas, las suizas y las francesas. Los hombres españoles viven 77,8 años. La media de esperanza de vida de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es de 81,9 años para las mujeres y 76,3 para los hombres.
El gasto sanitario no siempre se corresponde con los resultados
"Las mujeres nos preocupamos más por la salud", dice Cristina Narbona
A la hora de comparar países desarrollados, no siempre la renta nacional se traduce en una mayor esperaza de vida. Esto no es automático y tiene que ver con otros factores. En el informe de la OCDE Japón y España, por ejemplo, aparecen como países cuya esperanza de vida es superior a los niveles de renta que presentan y Estados Unidos, Dinamarca y Hungría experimentan el fenómeno contrario.
El informe también analiza las causas de fallecimiento y algunas enfermedades: el cáncer es la segunda causa de muerte en los países de la OCDE (la primera corresponde a las enfermedades del sistema circulatorio). En España, las mujeres se encuentran por debajo de la media de la OCDE a la hora de morir de cáncer. Los hombres, por encima. "Esto se debe, seguramente, al tabaquismo y al empleo del alcohol, superior en los hombres. También a que los hombres se revisan menos", especificó ayer Cristina Narbona, embajadora española ante la OCDE.
A este respecto, es sintomático que, a la hora de responder a la pregunta "¿Cómo es su salud en general?", los hombres españoles, con peor esperanza de vida que las mujeres y mayor número de muertes por cáncer, responden que es buena en un 73% mientras que las mujeres sólo lo hacen en un 63%. "Eso es debido, creo, a que las mujeres nos preocupamos más por la salud que los hombres", explica Narbona.
Una cifra interesante: la tasa más baja de suicidios de la OCDE se encuentra en el sur de Europa (Grecia, Italia y España). Las más altas hay que buscarlas en Corea, Hungría, Japón y Finlandia.
Y un dato preocupante: en los últimos años, España ha experimentado un extraordinario aumento, el mayor de toda la OCDE, de nacimientos con niños con muy poco peso: un 170% más con respecto a 1980. Esto se debe, según apuntan los expertos de la OCDE, a que las mujeres fuman más y que se retrasa la natalidad.
Uno de cada siete niños de la OCDE presenta sobrepeso, un problema creciente según los expertos de esta organización. La mayor tasa se encuentra en Estados Unidos (29,8%) y Canadá (21,3%). España, con un 16,7%, es el sexto país con peores indicadores, detrás de Italia. Los niños con menor tasa de sobrepeso se encuentran en Holanda (8%), Suiza (8,2%), Eslovaquia (8,8%) y Dinamarca (9,7%).
España destina a gasto sanitario el 8,5% del PIB, por debajo de la media de la OCDE (12,4%). El país que más destina es, paradójicamente, Estados Unidos (18%), que, además, no cubre sanitariamente a todos sus habitantes.
Respecto al personal, la tasa de médicos en activo por cada mil habitantes está en España muy cerca de la media de la OCDE (3,7 por 3,1), pero hay muchas diferencias: Grecia tiene 5,1, y Turquía, 1,5. Esta variable ha aumentado en los últimos 17 años en todos los países menos en Italia.
Otro aspecto que mide el informe es el número de camas hospitalarias para graves. España está muy baja en esta clasificación (2,5), por una media de 3,8. Pero este indicador es complicado de explicar. No siempre quien más camas tiene da mejor servicio. A veces, si se utilizan técnicas más modernas, como una cirugía no invasiva, o si hay recursos asistenciales en residencias, que este número sea bajo no es mala señal. Prueba de ello es que en 22 de los 28 países ha bajado desde 1995.
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