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Reportaje:

Sin tregua en Celanova

El PP tramita la conversión del monasterio en Parador y la oposición lo acusa de promover un pelotazo con el patrimonio

No hay tregua en Celanova por el destino final del monasterio: la gran obra del Pacificador de Galicia, y cementerio de los represaliados del franquismo, que el PP, con el alcalde de la villa al frente, pretende convertir en hotel de lujo previo desalojo del IES del claustro neoclásico que ocupa.

Pese a la revuelta (la oposición de la comunidad educativa, comerciantes, grupos políticos, arquitectos e intelectuales) el regidor, Antonio Mouriño, no desiste. Quiere un centenar de habitaciones en el corazón de la villa para llenarla de turistas e impulsar así el "despegue económico" del municipio. Y sostiene que sólo el claustro que ocupa el instituto es adecuado por mucho que, anexo a él, el claustro barroco, propiedad de la Iglesia, languidezca con toda su monumentalidad abandonada. "Ahí no salen más que 20 habitaciones", rechaza la opción el regidor, que espera atraer al futuro hotel de San Rosendo cinco veces más turistas que los paradores nacionales de San Clodio o Verín, que apenas superan los 20 dormitorios.

El regidor rechaza el claustro aledaño: "Ahí no salen más que 20 habitaciones"
"Éste es uno de los institutos con mejores notas de Galicia"

Tampoco le sirven los edificios emblemáticos crecidos en el entorno del convento. El antiguo Hostal Comercio, prácticamente una extensión del cenobio, está ahora andamiado, a punto de ser parcelado en viviendas de lujo. "¿Por qué no lo compró el Ayuntamiento para hacer ahí el hotel?" se preguntan los grupos de oposición, PSOE y BNG. Al otro lado de la Alameda, se mustia, también deshabitada, la casa natal de Castor Elices. ¿Por qué no la compra?", insiste la oposición, convencida de que "hay algo más que el alcalde no explica".

La portavoz del grupo socialista, María Jesús Boo, lanza ya una advertencia: "Si quiere dar un pelotazo con nuestro patrimonio que lo haga por su cuenta, no a costa del Estado". Pero Mouriño persiste. Cree que la revuelta popular no es tal, sino la instigación de los profesores del IES, arropada por "unos cuantos que no viven aquí". Y acusa a los docentes de querer mantener el "privilegio" de su sede educativa.

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El privilegio es evidente. Los profesores muestran con orgullo las dependencias neoclásicas dotadas con ascensor, calefacción, aulas con cañones de proyección y equipos informáticos, luz natural y todo el cableado que instaló el bipartito en 2008 para la red wifi.

Ni una pintada, ni un papel en el suelo, ni carreras por los históricos pasillos con balaustrada. "Los alumnos respetan aquí como en ninguna parte lo público; aprenden a respetar el patrimonio", explica la vicedirectora del IES, Pilar López. "Y no estoy condicionada", dice. Tiene otra plaza y se va en septiembre.

La joya es la biblioteca que el proyecto contempla convertir en comedor aunque Mouriño ha anunciado ahora que podría quedar como salón social. "Si nos echan, nos llevaremos los 16.000 volúmenes" de valor histórico que alberga, afirma la dirección del IES.

La representante de los alumnos en el consejo escolar, Estrella Valado, estudiante de segundo curso de Bachillerato, lo tiene claro: "No sólo es patrimonio histórico, es que es patrimonio de la comunidad. El alcalde quiere trasladar el instituto para montar un negocio: el pueblo no lo disfrutará; no vamos a alquilar habitación aquí".

Valado, hija de celanovenses nacida en Caracas, llegó a Celanova hace 6 años. Cuando vio el instituto no lo dudó: "Era como meterse en Hogwarts, el colegio de Harry Potter". Presume no sólo de entorno, sino de calidad de enseñanza: "Éste es uno de los institutos con mejores notas de Galicia en la selectividad".

Pero mientras Celanova se resiste a desalojar el IES el PPdeG ha iniciado los trámites parlamentarios para convertirlo en hotel. La Xunta instará al Gobierno central a que inicie las gestiones para la construcción de un Parador Nacional aunque Mouriño aún no tiene claro si la gestión la asumirá una empresa privada o Paradores. "Hay cadenas de hoteles interesadas", asegura.

Pero PSOE y BNG creen que el "único interés" es el del alcalde por controlar el instituto, "una isla que no ha podido tocar en medio de su poder absoluto en el pueblo".

La representante de la plataforma vecinal contra el traslado del IES, Isidora Gómez, profesora en el centro, rechaza los argumentos del PP sobre supuestas carencias del instituto. "El Ayuntamiento no quiso colaborar nunca en la apertura del centro en horario extraescolar, no le interesa el IES", sostiene. Mientras el pasado mayo el alcalde desempolvaba el proyecto de conversión del claustro neoclásico en hotel, el arzobispo de Madrid, cardenal Rouco Varela, visitaba por sorpresa el convento del monasterio, propiedad de la Iglesia anexa al IES que Mouriño no quiere para hotel, con miembros del consejo episcopal madrileño. Ahora todos se preguntan por qué.

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