"El pueblo vasco os rechaza"

La familia de Inaxio Uria rompió ayer el silencio al cumplirse el primer aniversario del asesinato a cargo de ETA del empresario guipuzcoano. Dos de los hijos del industrial elevaron la voz contra los asesinos y quienes les apoyan. A ETA le dijeron que "el pueblo vasco os rechaza", y a la izquierda abertzale le preguntaron "hasta cuándo" van a reclamar los derechos que niegan a la sociedad vasca.

Arropados por numerosos vecinos del pueblo, representantes instituciones, dirigentes políticos y empresarios, los familiares de Uria -la viuda volvió a ausentarse a no encontrarse con fuerzas para sobreponerse a la emoción- dieron lectura a un comunicado en euskera y castellano en el aparcamiento donde el constructor nacionalista, copropietario de la empresa Altuna y Uria, fue abatido a tiros por unos etarras. Una año más tarde, la organización terrorista no ha conseguido el objetivo que pretendía con el crimen, paralizar la ejecución de la Y ferroviaria vasca, en la que trabajaba la firma. Por el contrario, el proyecto ha cobrado un notable impulso desde entonces, aunque con importantes medidas de seguridad.

Pide a la sociedad vasca que reflexione sobre "la barbarie que vivimos"

Josu y Jaione, dos de los hijos del asesinado, recordaron que el crimen perpetrado por ETA hace un año ha destrozado sus vidas. Por eso, el primer mensaje tuvo como destinatarios a los terroristas: "Utilizáis las pistolas y las bombas para conseguir vuestros objetivos, al igual que lo hicieron Franco y los nazis. Para nosotros todos sois iguales: dictadores, terroristas, mercenarios. Condenamos a todos", dijeron a los asesinos.

A la izquierda abertzale ilegal, ninguno de cuyos representantes asistió al acto, pese a ser ANV la segunda fuerza en el municipio, les trasladaron tres preguntas: "¿Hasta cuándo vais a continuar reclamando unos derechos mientras negáis los de los demás? ¿Por qué no condenáis los asesinatos de ETA? ¿Hasta cuándo vais a seguir indiferentes ante los asesinatos?".

Por último, los familiares se dirigieron a la sociedad vasca para pedirle que "nunca" sea "inmune al virus asesino de ETA". Por ello, pidieron a la ciudadanía que "haga una profunda reflexión sobre la barbarie que vivimos", porque "sólo nosotros, el pueblo vasco, tenemos la llave para el fin de ETA y un futuro en paz".

Delante del monolito colocado recientemente en recuerdo del industrial asesinado -una piedra tallada por un hermano del fallecido, Imanol, que lleva incrustada una imagen de la virgen de Olatz-, los familiares expresaron su "profunda y sincera solidaridad" a todas las víctimas, a quienes solicitaron "fuerzas" para combatir "la lacra del terrorismo" y mantener "abiertas las puertas de la esperanza". Entre los asistentes se encontraban la directora de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco, Maixabel Lasa, además de familiares del ex edil socialista de Mondragón Isaías Carrasco, del policía Eduardo Puelles y del empresario José Mari Korta, todos asesinados por ETA.

Frente al lugar del crimen, donde se encendieron velas y había carteles con mensajes pidiendo "paz", muchos vecinos de Azpeitia se sumaron al homenaje, secundado el bando que un día antes emitió el alcalde de la localidad, el peneuvista Iñaki Eizmendi. Este accedió al cargo tras prosperar una moción de censura contra su antecesor, Iñaki Errazkin, de ANV, por no condenar el atentado contra Uria. Ni Errazkin ni ninguno de los seis concejales de la formación abertzale en el municipio acudieron a la cita con Uria.