Alemania prorroga un año su misión en la guerra de Afganistán

La Cámara Baja del Parlamento alemán (Bundestag) prorrogó ayer un año la misión en Afganistán. Los legisladores dejaron el límite en 4.500 soldados, cantidad que se corresponde más o menos con el contingente actual. La prolongación del mandato obtuvo 445 votos a favor y 105 en contra.

La canciller, Angela Merkel, había anunciado que Alemania esperará a la conferencia sobre Afganistán, que se celebrará en Londres el 28 de enero, para debatir el envío de más soldados. Que ahora no es el mejor momento para el debate quedó demostrado en la intervención del ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, quien tachó de "militarmente inadecuado" el bombardeo ordenado por un oficial alemán en la provincia afgana de Kunduz en septiembre pasado y que causó una matanza de civiles. El escándalo por la ocultación de datos culminó la semana pasada con la dimisión del ministro de Trabajo, Franz Josef Jung, que en septiembre dirigía Defensa.

Berlín puede mandar más militares tras la conferencia de enero sobre el conflicto

La reciente decisión del presidente de EE UU, Barack Obama, de enviar 30.000 soldados más a Afganistán pesa sobre sus aliados, ya que Washington pide que se sumen al esfuerzo militar. Ayer, el diario Handelsblatt publicaba las declaraciones del representante especial para Afganistán y Pakistán de EE UU, Richard Holbrooke, en las que rebajaba la presión sobre Alemania y reconocía la importancia de que las tropas alemanas permanezcan en el norte afgano. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, aseguró el miércoles que los aliados le habían prometido el envío de 5.000 soldados más. Según estiman los expertos, EE UU y la OTAN esperan que 2.000 de esos soldados sean alemanes. En tal caso, será necesaria una nueva votación del Bundestag.

La prolongación del mandato obtuvo el apoyo de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel, el de sus actuales socios liberales en el Gobierno (FDP) y el del Partido Socialdemócrata alemán (SPD). Muchos parlamentarios verdes se abstuvieron. El partido La Izquierda votó en contra.

El escándalo sobre la política informativa de Defensa respecto al bombardeo de Kunduz, en el que murieron decenas de civiles, desaconsejaba sacar ahora a debate público el envío de más soldados. Tras la dimisión de Jung, la del jefe del Ejército y la del segundo de Defensa la semana pasada, el nuevo ministro, Guttenberg reconoció los errores. Se trata ahora de amortiguar las consecuencias del escándalo. También ayuda la nueva perspectiva de Obama, que tras anunciar el envío de 30.000 militares, fechó en 2011 el inicio de la retirada.

Italia confirmó ayer el envío de cerca de 1.000 soldados, según dijo el ministro de Defensa, Ignazio La Russa, en una entrevista con Il Corriere della Sera. La Russa explicó que para refinanciar la nueva misión en Afganistán, se reducirá el número de soldados de otros contingentes, como Kosovo y Líbano.