Oliart: "La nueva sede de RTVE no es una prioridad"
Propone revisar los contratos de cine de EE UU y compartir derechos deportivos
Alberto Oliart pisa firme en RTVE. Seis días después de jurar su cargo, el nuevo presidente de la Corporación considera que la construcción de la nueva sede no es una "prioridad", se plantea renegociar los contratos de cine con las grandes compañías estadounidenses, aboga por compartir los derechos deportivos con otros operadores y ya ha dado órdenes para que los contenidos del Canal Internacional "sean dignos del Estado español".
Durante su primera comparecencia ante la Comisión Mixta de Control de RTVE, Oliart esbozó ayer las líneas maestras de su mandato. Su principal objetivo es "repensar" la televisión pública para adaptarla a un nuevo escenario (sin publicidad y con la vista puesta en el servicio público) pero "conservando la calidad para que siga siendo una televisión de referencia".
"Los contenidos del Canal Internacional deben ser dignos del Estado español"
Hará falta "un esfuerzo muy grande" como consecuencia de los "hábitos adquiridos" y habrá que abordar este proceso "mirando la peseta". El ahorro es casi una obsesión. Oliart está convencido de que los 1.200 millones de euros de presupuesto (1.073, si se descuenta el IVA) pueden no ser suficientes para afrontar el cambio de modelo que exige la ley. En su comparecencia ante la comisión Consultiva de Nombramientos ya se quejó de que RTVE necesitaría más dinero. Ayer confesó que la ministra económica, Elena Salgado, le pegó "un bufido".
Una de sus primeras medidas será recortar gastos de representación de los directivos, "empezando por el presidente", y aparcando determinados macroproyectos, como la construcción de una nueva sede para RTVE, el plan estrella de su predecesor, Luis Fernández. Oliart aseguró ayer que "no es una prioridad" y que "no puede serlo". "Tendré que pasar con lo que tengo", admitió. La Corporación creó una oficina especial para abordar la venta de los terrenos de Prado del Rey, Torrespaña y los Estudios Buñuel, y construir un nuevo edificio en un antiguo campo de tiro del Ministerio de Defensa en Pozuelo de Alarcón (Madrid), a dos kilómetros de Prado de Rey. Esta operación está, de momento, congelada.
Oliart se propone revisar los contratos cinematográficos suscritos con las grandes compañías estadounidenses e incluso explorar la posibilidad de ver si "se pueden anular o renegociar" para que las películas salgan más baratas. En cuanto a los derechos deportivos (motociclismo, tenis, Liga de Campeones, Premier League, entre otros) se mostró partidario de compartirlos con otros operadores para rentabilizar los descomunales desembolsos realizados por la televisión pública.
En ese empeño por aquilatar los gastos, el ex ministro de Defensa con UCD aventuró que "salen ahorros de sitios impensables", dejó claro que "no hay derechos adquiridos" y anunció que llorará para conseguir más dinero. "Lloraré y lo conseguiré. Quizá me he pasado al principio. El 'no' ya lo tengo. Voy a por el 'sí". Oliart anunció su intención de reunirse con los sindicatos para poner las cartas sobre la mesa y transmitirles la necesidad de un esfuerzo. "Si lo hacemos bien se mantendrán los empleos y si lo hacemos mal correrán peligro".
En el terreno de los contenidos abundó en la mejora del Canal Internacional, incluso incorporando a una persona de fuera para reforzar al actual equipo, prometió unos informativos neutrales e independientes y apostó por ocupar el tiempo que liberará la publicidad en TVE con espacio de solidaridad.
Varios grupos le dieron un margen de confianza de 100 días, aunque el PP sacó a relucir un artículo publicado por Oliart en 2007 en el que reprochaba al partido de Rajoy su incapacidad para pactar con el PSOE. "No somos rencorosos. Ya ve que no tenemos rabo ni portamos tridente", apuntó irónico Gerardo Conde. Oliart invocó la libertad de opinión y dijo: "Soy un hombre libre".
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