Euskadi y Aquitania acuerdan crear una eurorregión abierta a Navarra
Constituirán antes de seis meses una agrupación europea de cooperación
Euskadi y Aquitania se constituirán antes de seis meses en una eurorregión que pretende estrechar las relaciones transfronterizas, impulsar proyectos conjuntos y conseguir un mayor peso en las instancias comunitarias. Los máximos representantes de ambas comunidades, Patxi López y Alain Rousset, ambos socialistas, anunciaron ayer su intención de crear una eurorregión vasco-aquitana que adquirirá personalidad jurídica como Agrupación europea de cooperación territorial (AECT). El lehendakari afirmó que este organismo estará abierto en un futuro a otras comunidades colindantes, como Navarra y Aragón. El mandatario francés se felicitó por haberse concretado un acuerdo que llevaba once años pendiente.
"La eurorregión tendrá contenido y será efectiva", según el 'lehendakari'
La constitución de la eurorregión fue el principal acuerdo adoptado en la cumbre transfronteriza celebrada ayer en la sede del Consejo Regional de Aquitania, en Burdeos, a la que también asistieron los consejeros de Transportes, Iñaki Arriola, y de Industria, Bernabé Unda, así como el secretario general de Acción Exterior del Ejecutivo vasco, Guillermo Echenique. López calificó de "hito" el acuerdo alcanzado por Euskadi y Aquitania, pues permitirá dotar de "mayor peso" a estas dos comunidades dentro de la Unión Europea.
Los gobiernos vasco y aquitano se han dado un plazo de seis para formalizar la AECT, un instrumento de cooperación entre dos regiones de Estados miembros que está regulado por el reglamento número 1082 de 2006 del Parlamento y el Consejo europeos. Está por definir cuál será su sede, los órganos de gobierno y el presupuesto.
La nueva eurorregión se convierte en "una prioridad" de la acción exterior del Gobierno vasco, según destacó el lehendakari, que expresó su deseo de que "tenga contenido" y "sea eficaz". Las relaciones entre los gobiernos vascos y aquitano siempre han estado presididas por las buenas intenciones, aunque casi nunca éstas han llegado a plasmarse en acuerdos concretos. Después de muchos años de cooperación interregional para crear una eurociudad en el ámbito comprendido entre San Sebastián y Bayona, en la pasada legislatura se firmó un acuerdo para conformar la denominada Conferencia Eurorregional entre Euskadi y Aquitania, un órgano de cooperación transfronteriza sin personalidad jurídica.
Aquel acuerdo, suscrito en marzo de 2007 en San Sebastián por Juan José Ibarretxe y Alain Rousset, no ha tenido efectos prácticos en la colaboración entre ambos territorios. Fue presentado como "un espacio de diálogo y de resolución" de los problemas originados por "bloqueos jurídicos, institucionales y por la diversidad de los operadores implicados", según dijo entonces Ibarretxe. La Conferencia Eurorregional nació sin presupuesto y no puso en marcha ningún proyecto transfronterizo. Su actividad se ha limitado a realizar estudios en diferentes ámbitos, sobre todo para mejorar la movilidad entre ambos territorios.
La AECT que Euskadi y Aquitania van a crear ahora pretende ser "lo más efectiva posible" en asuntos como la conexión ferroviaria entre el AVE vasco y el tren de alta velocidad francés (TGV). En este sentido, Rousset afirmó ayer que el TGV tiene detractores en Francia, aunque confirmó que el trazado ferroviario se realizará en su mayor parte de forma soterrada. El acuerdo también contempla mejorar la cooperación en infraestructuras, alimentación, agricultura, educación, formación profesional y en inversión empresarial.
La conexión ferroviaria
La conexión de la
Y vasca ferroviaria con el tren de alta velocidad francés será uno de los objetivos prioritarios de la cooperación entre Euskadi y Aquitania. Concretamente, hacer compatibles ambos trazados constituirá uno de los primeros asuntos que deberá abordar la futura eurorregión vascoaquitana. En este sentido, el lehendakari, Patxi López, reclamó "acelerar al máximo" las gestionen que garanticen dicha conexión, que calificó de "puente internacional" para unir la península con el resto de Europa.
El AVE vasco, que tiene muy avanzadas las obras en Álava y Vizcaya, deberá esperar a que concluyan los trabajos iniciados más tarde en Guipúzcoa. No hay aún plazos sobre la fecha en que el tren rápido llegará a Irún y la frontera. En la parte francesa, el proyecto ferroviario marcha más lento. Las autoridades de este país, que iniciaron en 2006 un proceso de participación ciudadana, todavía no han decidido si optan por renovar y ampliar la línea actual Burdeos-Hendaya o construyen una nueva vía que atraviese las Landas por su parte este u oeste.
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