Amci Habitat "suspende" sus mil viviendas en el mar Negro

La construcción de un complejo turístico con casi mil viviendas y un hotel en la orilla búlgara del mar Negro ha quedado "suspendida" por la inmobiliaria Amci Habitat. La paralización del polémico proyecto Sunny Beach es una de las primeras decisiones tomadas por los nuevos gestores de Agrupació Mútua. Sus inversiones están tras la intervención de la mutua aseguradora, a mediados de octubre.

Amci Habitat ha nombrado presidente a Pere Galí, tras la dimisión de Josep González, la semana pasada, y ha transmitido ya a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una hoja de ruta que le permita levantar cabeza y reduzca el crédito de Agrupació a Amci. En 2008, la mutua aportó casi 60 millones a su filial, 43 millones en créditos y el resto en capital.

La inmobiliaria pedirá árnica a la banca e impulsará los pisos sociales

Los nuevos gestores han decidido suspender la construcción del Sunny Beach "hasta encontrar nueva financiación en forma de capital o de deuda". Otra decisión ya tomada afecta a la segunda inversión de Amci Habitat en el extranjero: la construcción de 300 viviendas, y la posibilidad de levantar otras 200, en Calabria (Italia). Esta actividad va a "ralentizarse", según la información enviada a la CNMV por Amci, que, junto con Ernst & Young, ha nombrado como coauditor a PricewaterhouseCoopers (PwC). La inmobiliaria, que perdió 6,4 millones de euros hasta septiembre, "congelará", además, toda actividad de compra de suelo, permutas incluidas, y creará una empresa que reúna activos y pasivos asociados a suelo apto para uso de viviendas sociales (VPO).

Sin embargo, el hueso más duro de roer que tiene Amci es pedirle a la banca acreedora "la apertura de una fase de negociación", en un intento de obtener carencias en el pago de intereses y en la amortización del capital principal. Según los últimos datos publicados, la deuda de Amci asciende a 97 millones. La compañía explicó en octubre que le faltaba un pacto con CCM y con la CAM para pasar la deuda de corto a medio y largo plazo. Lo necesita porque Amci carece de ingresos recurrentes, no tiene alquileres que le renten ni muchas ventas, salvo en la Manga del Mar Menor. El acuerdo existía con una decena de bancos, como La Caixa y BBVA.