Quirón desembarca en la sanidad privada vizcaína

El desembarco del Grupo Quirón, en Erandio (Vizcaya) llega en un momento convulso para la sanidad privada de este territorio. Precedida por el próximo cierre de la emblemática clínica San Francisco Javier, propiedad de Mapfre, y ante la futura expansión del Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ) en Zorrozaurre (Bilbao), la firma creada por el empresario Publio Cordón inauguró ayer sus instalaciones, que ha adquirido el Banco Sabadell por 55 millones de euros a través de un fondo de inversión inmobiliario.

No obstante, la gestión del centro médico, durante un mínimo de 20 años, correrá a cargo de la empresa aragonesa, que abonará un alquiler mensual. Esta operación permitirá, según la consejera delegada del grupo sanitario, "liberar" sus recursos financieros para invertirlos en recursos humanos y tecnológicos.

El Banco Sabadell ha comprado el centro, que ha costado 80 millones

La apertura al público del nuevo hospital, que ha absorbido una partida de 80 millones y ocupa una superficie de 20.500 metros cuadrados, está previsto para el 4 de enero, aunque abrirá sus líneas telefónicas el 14 de diciembre. Las dependencias cuentan con equipos tecnológicos de última generación por valor de 15 millones en las especialidades de neonatología -dispone de la primera Unidad de Cuidados Intensivos privada para recién nacidos de todo Euskadi-, oncología, reproducción asistida y ginecología.

El nuevo centro, que ofrecerá medio centenar de especialidades médico-quirúrgicas, irá abriendo sus instalaciones progresivamente. Primero entrarán en funcionamiento las consultas externas, el servicio de Radiología y los laboratorios. Unos días después se abrirán los quirófanos y los servicios de Urgencias para niños y adultos, que se hallan diferenciados físicamente.

La plantilla del hospital llegará, una vez funcione a pleno rendimiento, a estar formada por 850 profesionales -un 80% serán personal sanitario-, a los que hay que sumar otros 150 médicos que pasarán allí sus consultas. Quirón mantiene su intención de incorporar al mayor número posible de los 150 profesionales que perderán su trabajo cuando la clínica San Francisco Javier, especializado en obstetricia, cierre definitivamente sus puertas el próximo 1 de marzo. El mismo propósito se alberga con los pacientes.

El grupo sanitario aragonés, que ya tiene un centro de reproducción asistida en el barrio bilbaíno de Deusto, mantiene abierto un periodo de negociaciones con "todas" las compañías aseguradoras, incluido el IMQ -mayoritario en Vizcaya-, aunque aún no hay ningún acuerdo cerrado. También se han ofrecido a colaborar con Osakidetza. "Complementamos la oferta asistencial pública y hacemos de palanca que azuza al sector privado para ser más eficientes. Todo ello redundará en el beneficio de los pacientes", señaló Cordón.

El centro está dotado de 155 camas, la mayoría de ellas ubicadas en habitaciones individuales -12 de ellas son suites-, siete quirófanos, dos salas de partos, tres laboratorios y una unidad de transfusiones, entre otros muchos equipamientos.

Al multitudinario acto de inauguración celebrado ayer en el propio hospital asistió el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa; el alcalde de Erandio, Joseba Goikouria; la presidenta de Grupo Quirón, Pilar Muro, y el director gerente del nuevo hospital, Armando Cortezón.

Más de 500 invitados, entre personalidades políticas, empresariales y del sector sanitario del País Vasco se dieron cita en este evento, que finalizó con la puesta simbólica de la última piedra del hospital -pesaba 200 kilos- por parte del harrijasotzaile Iñaki Perurena.