"No sé cómo reaccionaría el primer día sin trabajar"

"Todo el mundo dice que qué bien, que qué bien no trabajar. Pero yo, si me hacen prejubilarme, no sé cómo reaccionaré, cómo me sentiré el primer día, cuando me diga: ostras, ¡no vas a trabajar más!" Cuando se le pregunta a Xavier Cercós si va a acogerse al plan de prejubilaciones que han puesto sobre la mesa Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, Cercós, con semblante algo triste, contesta: "Parece que estoy en la pole position". Tiene 60 años. No parece que le apetezca especialmente, a pesar de que, bajo la anterior dirección de Josep Maria Loza, se truncó la escalada de su trayectoria, que le había llevado a ser jefe de departamento, en el área de gestión de la infraestructura tecnológica y de supervisión de los servicios del Centro de Cálculo. Ahora, define su tarea, va "cubriendo huecos, como un comodín, en función de las necesidades, con tareas administrativas".

¿Se prejubilará? "Depende de si la oferta es atractiva, uno tiene que hacer sus cálculos, en función de sus obligaciones familiares", comenta. "Y el horno no está para bollos, el ambiente de presión interno es brutal", afirma, en alusión a Caixa Catalunya. Cobra 76.000 euros brutos al año. La oferta definitiva no ha sido pactada con la plantilla. La última oferta sobre la mesa prevé el pago del 75% del salario neto para los trabajadores de entre 55 y 59 años, hasta que cumplan 64 y se jubilen. Se mantendrán las aportaciones al plan de pensiones y a los convenios especiales con la Seguridad Social. Para los mayores de 60 años, la oferta equivale al 85% del salario neto, hasta los 64. No hay incrementos de IPC y las cajas costean parte del coste.