Los sindicatos anteponen el empleo en cualquier solución

Los sindicatos sí tienen un condicionante inamovible que llevar a los encuentros con el presidente de la Xunta: "Salvaguardar el empleo". Saben que, de la reorganización del sistema financiero que ha puesto en marcha el Banco de España, las plantillas de Caixa Galicia y Caixanova no saldrán intactas. Quieren que las bajas se produzcan a costa de prejubilaciones: "Rechazaremos cualquier fórmula agresiva, como las bajas incentivadas o medidas coercitivas como la movilidad geográfica", señaló ayer CC OO.

Sobre la convocatoria del presidente gallego hubo unanimidad: "Ya era hora". "Lo estábamos esperando hace tiempo. Es él quien tiene todos los datos", señaló desde UGT su secretario general, José Antonio Gómez. La central, que prefiere dos cajas por separado o, si peligran, una fusión en Galicia, condiciona cualquier solución a que mantengan su carácter semipúblico. También cuestionan la capacidad de los actuales gestores para encontrar una salida: "Los trabajadores no originaron esta crisis. Algunos de los que están poniendo piedras en el camino para encontrar una solución son los responsables de esta situación", aseguró Gómez.

"No vamos a llevar ninguna solución milagrosa", advierte CC OO

La convocatoria del presidente de la Xunta se interpreta desde CIG como un intento del Ejecutivo de liderar el proceso "que llega tarde". "El tiempo se agota, los procesos no se hacen de un día para otro y vemos cómo la Comisión Europea ya está pidiendo explicaciones". Su mayor temor es una posible alianza entre Caja Madrid, CAM y Caixa Galicia que derive en la privatización de las cajas.

El traslado de personal es otra de las claves que debatirán los representantes de los trabajadores en la Xunta la semana que viene. Lo reconoce Clodomiro Montero, de CIG Banca, que rechaza frontalmente la "fusión virtual" propuesta por Caixanova, el llamado Sistema Institucional de Protección (SIP), que conllevaría una alianza con cajas ajenas a la comunidad autónoma traspasando partes del negocio de la plantilla fuera de Galicia.

Ninguna central ha recibido más detalles sobre el día y la hora del encuentro. "No vamos a llevar ninguna solución milagrosa", advierte Julián Valiente, responsable de banca de Comisiones. "Tenía que haber empezado por convocarnos, ahora queda poco margen", concluye.

La Confederación de Empresarios de Galicia mantuvo ayer la misma ambigüedad de las últimas semanas y se negó a manifestar nada acerca del paso que ha dado Feijóo. "No vamos a hacer comentarios", señaló un portavoz, que se remitió a las declaraciones de su presidente, Antonio Fontenla, que prefiere tener dos cajas o una fusionada, si peligra su existencia.

Sí habló la patronal de Pontevedra (CEP), principal impulsora, junto con la Cámara de Comercio, de un informe contrario a la fusión. Su presidente, José Manuel Fernández Alvariño, agradeció la invitación y se mostró convencido de que el titular de la Xunta "actuará con la máxima responsabilidad en la defensa de los intereses de los gallegos porque él es el que tiene toda la información".