Los 38 días de negociación de Kepa con los piratas
"Han pedido desde el primer día la libertad de los dos somalíes presos en España", asegura el armador del 'Alakrana'
Tiene sobre sus hombros el peso de la negociación con los piratas para liberar a su barco, el Alakrana. Arropado por el embajador español en Kenia, Nicolás Martín Cinto, y un equipo de agentes del CNI enviado desde España, Kepa Etxebarria intenta desde hace 38 días arrancar un acuerdo a los secuestradores. "Desde el primer día han pedido la liberación de los piratas que están en España como condición para liberar el barco", aseguró a EL PAÍS por teléfono desde Nairobi. El Gobierno ha mantenido que la detención de dos de los secuestradores no supondría ningún obstáculo para la liberación.
Etxebarria lleva en Nairobi, en la residencia del embajador español, tantos días como dura ya el secuestro del atunero: 38. "Estoy agotado", confesó el armador poco después de conocer la noticia de que los tres tripulantes que habían sido llevados a tierra por los piratas estaban de nuevo a bordo del Alakrana. El día anterior había vivido con angustia y fiebre muy alta la primera amenaza de muerte a sus hombres. "Si en tres días no hay movimiento de los dos que hay en España, empiezan a matarnos de tres en tres", relató el patrón del barco, Ricardo Blach, el jueves.
"No quiero equivocarme. Los piratas leen todo lo que se publica"
Etxebarria pide "consenso político y jurídico para que este drama termine"
Etxebarria se encontraba de vacaciones en Kenia cuando le comunicaron la noticia del secuestro del Alakrana, propiedad de Etxebaster Fleet, con sede en Bermeo. Y ya no regresó a casa. Desde entonces, se dedica a esperar en la residencia del embajador Martín Cinto las llamadas de los intermediarios de los secuestradores. La negociación es dura y pasa por muchos altibajos. Cuenta que pensó que había llegado a un acuerdo en más de una ocasión, pero "duran lo que duran". En cualquier caso, asegura, los piratas plantearon "desde el primer día" la necesidad de liberar primero a sus dos secuaces trasladados a España.
Le han dicho que hoy le llamarán del barco, pero no quiere hacerse falsas ilusiones. Prudente, prefiere callar algunos detalles de la negociación: "No quiero equivocarme. Los piratas leen todo lo que se publica", cuenta. "Deseo que esto se resuelva cuanto antes", añade.
Un amigo explica que está muy angustiado. "Es un chaval muy joven, tiene treintaypocos, y heredó el negocio hace unos años de su padre. Para él, los tripulantes son amigos además de empleados. Lo está pasando muy mal".
Etxebarria tiene a su lado al embajador Martín Cinto, un gallego de 65 años clave en la liberación del Playa de Bakio en abril de 2008, la del fotógrafo José Cendón, en enero de este año, y la de las cooperantes secuestradas en Somalia a finales de 2007. La más rápida fue la del Playa de Bakio (seis días) y la más larga, la de Cendón, que pasó 38 días secuestrado, lo mismo que dura ya el secuestro del Alakrana. A esta experiencia negociadora, Martín Cinto suma la de haber sido el enviado del Gobierno para tantear a ETA antes de inciar las conversaciones de Argel en los ochenta.
Y en frente, el joven armador del Alakrana tiene a un clan de piratas que parecen estar repitiendo paso a paso la estrategia de desgaste y tensión que ya ensayaron durante el secuestro del buque alemán Hansa Stavenger liberado a los cuatro meses previo pago de un rescate de cinco millones de euros. Convencidos de que la angustia de los familiares es directamente proporcional al precio de sus rehenes, los secuestradores del Alakrana han interrumpido la comunicación con sus familias durante largos periodos, han separado a la tripulación en distintas zonas del barco, han llegado a utilizar sus ametralladoras en la cubierta en presencia de toda la tripulación y a bajar a tierra a tres de sus rehenes. Ahora, con el agua prácticamente agotada, impiden a los marineros utilizar la máquina potabilizadora.
Los piratas han rechazado ya un rescate de más de dos millones de euros. La cantidad supera con creces a la pagada por el Playa de Bakio: 1,2 millones de dólares (unos 770.000 euros) que el armador devuelve a plazos al CNI. Insisten en que las autoridades españolas trasladen "a su zona" a los dos secuaces encarcelados por la Audiencia Nacional tras haber sido capturados por la fragata Canarias cuando abandonaban el Alakrana al día siguiente del secuestro. Pero los jueces no creen que sea posible liberar a los secuestradores. "Dentro de la dificultad, lo más fácil sería trasladarlos a Kenia, país con el que España ha firmado un convenio de entrega de piratas detenidos por los medios de la Operación Atalanta", explicaron ayer fuentes gubernamentales.
Etxebarria, que habla a diario con la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, pide que se difunda el siguiente mensaje: "?Debemos de lograr un consenso político, jurídico, mediático y social con el único fin de buscar la liberación de las 36 personas secuestradas en el Alakrana. Todos nos sentiremos orgullosos de haberlo logrado una vez que este drama termine". Hoy se cumplen 38 días. Y a bordo del Alakrana 36 rehenes agotan, con el paso de las horas, el agua y las fuerzas.
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