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Con revólveres de hace 30 años

Los policías municipales se quejan de falta de medios para trabajar - Critican que los mandos les presionen para realizar más arrestos

F. Javier Barroso

"Llevamos revólveres de hace 30 años, como si estuviéramos en el Lejano Oeste, en lugar de pistolas modernas que pesen menos". Con esa frase, un policía municipal de Madrid describe la falta de medios y material que dicen sufrir los agentes. Se quejan de que reciben muchas presiones de sus mandos para hacer detenciones y que les quitan los días de libranza en función de las necesidades del servicio, lo que les impide estar con sus familias. El Ayuntamiento niega estas acusaciones y mantiene que ahora mismo disponen de los mejores medios posibles para desempeñar su trabajo en la calle.

Los policías protestan por el hecho de que tengan coches patrulla muy antiguos "que se están cayendo a cachos". "No es lo mismo cuatro años en el turismo de un particular que en un coche policial, que no para las 24 horas del día. Muchos de ellos están destrozados y uno no se puede ni sentar, con lo cual pasar ocho horas es un auténtico suplicio", se queja un agente.

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A eso se une que la policía está haciendo todo tipo de servicios: cumplimiento de las ordenanzas, tráfico, seguridad ciudadana, control de la venta ambulante y la piratería... "Encima, nuestros mandos nos obligan a tener un tiempo de respuesta muy bajo. Si pasan cinco minutos desde que recibimos el aviso, nos preguntan qué ha pasado. Y si tardamos más de ocho, nos cae un chorreo. Dicen que tenemos que ser rápidos en llegar a los sitios", afirma otra agente.

La plantilla de la Policía Municipal está formada por 6.800 funcionarios. Los agentes aseguran que reciben muchas presiones para poner muchas multas y hacer detenciones. En sus resultados va el complemento específico de los oficiales y de los mandos intermedios. Eso hace que les achuchen para hacer identificaciones y arrestos. "Cada vez nos exigen en las reuniones más y más actividad", explica otro policía.

Además, los funcionarios pueden ser movilizados en todo momento. Basta con llamarles a su casa y decirles que al día siguiente tienen que acudir a su unidad. "Así no se pueden hacer planes ni conciliar con la familia ni estar con amigos. Nos dicen que es por necesidades del servicio y tenemos que acudir sin más ni más", protestan los afectados.

Otro problema es que no tienen chalecos antibalas adecuados. El Consistorio compró hace un par de años 2.000 chalecos exteriores, que se ponen encima del uniforme. Los agentes los ven incómodos. Dicen que les aprieta en el cuello cuando van sentados en el coche patrulla y que no pueden llevarlo puesto. "En lugar de comprar chalecos interiores [que van pegados al pecho] para cada agente, compran esos que no sabemos quién lo ha llevado antes. Es una falta de seguridad laboral y de higiene total", añade otro policía.

Otra reivindicación es la segunda actividad o prejubilación. Los sindicatos piden que los policías se puedan retirar a una edad prudente, en torno a los 55 años, para que no tengan que estar con 60 años patrullando. "Si se hace en la Policía Nacional o en la Guardia Civil, ¿por qué no se pueden tomar las mismas medidas en la Policía Municipal?", se pregunta un líder sindical.

El Ayuntamiento niega que a la policía le falten medios. Los coches no tienen una antigüedad superior a cuatro años, que es el tiempo que se tarda en cambiarlos. Las armas están siendo renovadas desde 2002 a un ritmo de 500 pistolas nuevas cada año, según fuentes de la Concejalía de Seguridad. "También habría que ver cuánto usan los policías las armas. Como mucho una vez al año, lo cual es muy buena señal. Aunque lleven el revólver, van bien protegidos", añadieron las citadas fuentes.

"Jamás hemos llamado a un agente a su casa para que se reincorpore al servicio. Se podría hacer, pero las bajas se cubren con horas extras", destacan los responsables de la concejalía. "Desde luego se les exige que lleguen en el menor tiempo posible a un lugar. ¿Es tan difícil cuando hay tantas patrullas en la calle?", concluyen los mandos.

LUIS SEVILLANO

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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