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"Disculpe; ¿es ésta mi parada?"

Vitoria acoge con incertidumbre, pero satisfecha, su nueva red de autobuses

El radical cambio registrado en la red de autobuses de Vitoria vivió ayer su primer día con la incertidumbre y la confusión lógicas para quien se enfrenta por vez primera a una nueva ciudad y sus líneas de transporte público. Así y todo, bien se puede considerar que la jornada inaugural resultó un éxito, como confirmaban fuentes municipales a última hora de la tarde, después de un día plagado de anécdotas.

Muchas de ellas se produjeron por desconocimiento de la nueva red, y eso que el Ayuntamiento ha buzoneado folletos en los que detalla los recorridos de las nueve líneas, su frecuencia o el cambio de sistema de paradas, que obliga a realizar transbordos estilo metro. Y ello sin olvidar la campaña de publicidad y el centenar largo de voluntarios que informa a pie de autobús. Así y todo, en la mañana de ayer resultaban más frecuentes las expresiones de desconcierto que las de certeza ante la línea que pasaba por la parada correspondiente.

"El reto llegará las próximas semanas con la consolidación de los transbordos"

Que se lo digan a María Pérez de Mendiola, una joven del barrio Zaramaga que tuvo que ayudar a cerca de una docena de personas que aguardaban al autobús en una de las paradas que se mantiene, la de Portal de Villarreal. "Hay gente que sabe que hoy cambian las líneas, pero ni siquiera se ha interesado por cuál es la que ahora le conviene para ir a su destino", comentaba estupefacta.

El cambio de la red es la segunda experiencia que se realiza en Europa de un día para otro, tras el de Malmö (Suecia). "Algo similar se realizó en Río de Janeiro y se montó un caos considerable, tanto que la noticia llegó hasta Europa. En Vitoria, la transformación se presenta más tranquila", comentaba el ex concejal del PP Miguel Ángel Echevarría, vinculado con la empresa municipal de Transportes (Tuvisa) desde 1978 y concejal de Movilidad durante ocho años.

Su sucesor en el cargo, el socialista Joaquín Esteban, se pasó todo el día de ayer, desde primeras horas de la madrugada, coordinando la operación. Cuenta a su favor, como él mismo señaló, con que la ciudad necesitaba un cambio irremediable en su red de autobuses: "Las líneas no pueden funcionar peor", ha señalado en alguna ocasión. La experiencia del primer día resultó satisfactoria: "Los ciudadanos, en su mayoría, han apostado por el uso, y nuestro reto en las próximas semanas llegará con la consolidación de los transbordos", explicó. En este sentido, las frecuencias se han cumplido con lo que ya desde el primer día quien ha tenido que cambiar de autobús no ha esperado más de los diez minutos prometidos.

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Y como pasajero de excepción, el alcalde, Patxi Lazcoz, quien se pasó toda la jornada recorriendo las líneas y departiendo con los usuarios, en defensa del plan en el que se inserta esta apuesta por el transporte público, que hace de Vitoria, "una vez más, una ciudad ejemplar y puntera en sostenbilidad", comentó.

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