Tú vales mucho
"Nena, tú vales mucho" fue la frase que la hizo popular en el programa de televisión que presentaba en 1981, a pesar de que ella se negara a ser presentadora. Convenció a Fernando García Tola, su director, de que la hiciese figurar como "Carmen Maura en el papel de presentadora" porque ella, decía, no se responsabilizaba de las rarezas del guión. Pero aparecer en la tele y cambiar su vida fue todo uno. Ya no podía salir a la calle sin que la asediaran, a pesar de haber aparecido antes con frecuencia en la pantalla grande y en la chica, al principio como figurante o poco más, luego como símbolo del cine progre madrileño de los setenta, aunque sin considerarse ella misma una progre.
Todo le sucedió deprisa, y casi de forma sorprendente. Era una simple ama de casa que un buen día decidió con coraje abandonarlo todo para convertirse en actriz, y ese mismo coraje la ha acompañado siempre. Con su amigo Almodóvar hizo algunos de sus mejores papeles en películas que forman ya parte de lo más destacado del cine español, y otro buen día rompieron su amistad.
Talento singular
La Maura ha vivido una especie de cuento de hadas, que no hubiera sido posible sin su talento. En una entrevista, hace tiempo, decía que hacer películas en España era más relajado que en otros países porque aquí todo tiene una importancia relativa; ni un éxito te da más trabajo ni un fracaso te condena al ostracismo. Ella se lo toma, pues, con humor y con los pies en la tierra. Puede que gracias a ese desapego haya permanecido en primera línea del cine desde hace cuatro décadas, a pesar de vestirse como se viste, muchas veces con lo que peor le sienta -quizá por un mimetismo con aquel personaje entrañable de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?- o porque aún crea que su físico no es apropiado para el cine. Pero ahí reside parte de la valía de esta mujer singular que ha ido venciendo inconvenientes profesionales y personales, en la mayoría de las ocasiones con discreción de monja de clausura, sin aspavientos.
La noticia del homenaje que sus compañeros de profesión han tributado a la Maura viene como aire fresco para ambientes cargados. Es un acierto que sea la Maura quien protagonice esta tregua, en cuyo homenaje todos parecen estar de acuerdo. Además, cubre la cuota de mujeres, algo que tanto parece preocupar al Ejecutivo que nos gobierna.
Babelia
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