Un solo túnel llevará agua y electricidad bajo la sierra de Collserola
La canalización permite conectarla cuenca del Ter con la del Llobregat
Primera fase finalizada. Hace unos días, una tuneladora terminó de perforar la parte sur del túnel que discurre bajo Collserola, que permitirá interconectar las cuencas del Ter y del Llobregat para garantizar el abastecimiento de agua a Barcelona si falla una de ellas. El nuevo túnel, que va de Sant Joan Despí a Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès), pensado en principio sólo para una tubería de agua, acabará llevando también una línea eléctrica de muy alta tensión (400 kilovoltios), tras algunas modificaciones en la instalación.
En la Trinitat se halla el principal punto de distribución para Barcelona del agua procedente del Ter. Al otro lado de Barcelona, en la Fonsanta, término municipal de Sant Joan Despí, está el núcleo desde donde se distribuye el agua del Llobregat y ahora también la procedente de la desalinizadora de El Prat. Conectar ambos puntos es una de las obras sustitutorias del fenecido Plan Hidrológico Nacional.
La temperatura en el interior no debe superar nunca los 40 grados
La UE pagará 125 de los 220 millones de coste de la infraestructura
El túnel que se está construyendo en Collserola tiene un diámetro de 5,2 metros y albergará una tubería de 1.800 milímetros para agua. Esta tubería será reversible, de modo que el agua podrá fluir desde el punto de distribución del Llobregat hacia el del Ter y a la inversa, en función de las necesidades. Al disponerse del caudal de la desalinizadora, esta instalación permitirá también reducir las aportaciones del Ter al área metropolitana y dar satisfacción a las reivindicaciones de Girona, que siempre ha reclamado que se mantenga el caudal del río Ter. Además, este punto de distribución estará también conectado con la desalinizadora que hay en la desembocadura del Tordera, que se está ampliando.
Al empezar a hablarse de este túnel, el Ayuntamiento de Barcelona pensó que era una solución idónea para soterrar las líneas de alta tensión que cruzan Collserola. Además, cuando el Congreso aprobó, en 2008, la planificación eléctrica hasta el año 2016, incluyendo una línea de muy alta tensión entre Santa Coloma y Sant Just Desvern, la propuesta para que el túnel fuera mixto (agua y red eléctrica) y llevara precisamente esta nueva línea se convirtió en una prioridad para el Consistorio, que consiguió que se creara una comisión para analizar posibles soluciones.
El documento, elaborado por la agencia Barcelona Regional por encargo de esa misma comisión, señala que la construcción de una línea aérea de 400 kilovoltios en la ladera de Collserola es inviable. Los motivos que aduce son que la montaña dispone de una protección que lo impide, ya que forma parte de la Red Natura 2000 y, además, las estribaciones de la montaña coinciden con el continuo urbano de la ciudad de Barcelona, de modo que es imposible instalar allí un tendido eléctrico aéreo de estas características.
El proyecto redactado recomienda introducir algunas modificaciones en el túnel inicialmente previsto, con el objetivo de que puedan convivir sin problemas el agua y la corriente eléctrica. Así, entre otras medidas, habrá que vigilar que la temperatura del túnel no supere nunca los 40 grados, que la del agua no supere los 25 y que las conducciones eléctricas no estén por encima de 90 grados. El agua seguirá circulando por la tubería prevista originariamente, pero los cables eléctricos irán empotrados en los laterales opuestos del túnel. Además, incluye una vía para que circulen los vehículos utilizados en posibles reparaciones.
Un segundo asunto, nada marginal, es la financiación de la obra. De los 220 millones de euros del coste, 125 (el 57%) procede de fondos europeos. El cobro de esta partida está supeditado a que la conducción para el agua esté en funcionamiento antes de terminar el año 2010. Esto es así porque cuando se pidió la ayuda no estaba prevista la instalación de las líneas eléctricas. Sin embargo, la adecuación del túnel a ambas conducciones exige que las instalaciones del agua y de la corriente se hagan a un tiempo, lo que implica cierto aplazamiento para la entrada en servicio de la tubería del agua. La empresa pública Aguas Ter-Llobregat, dependiente del Departamento de Medio Ambiente, ha aceptado ya solicitar una prórroga a la Unión Europea, que, en principio, debería concederla, confía el Departamente de Medio Ambiente. Las otras modificaciones son, si cabe, bastante menores: adecuar las salidas a la doble función del túnel y construir cuatro galerías de acceso en vez de las tres ya previstas, de modo que se pueda actuar desde diversos puntos en caso de necesidad.
El túnel ya perforado se ha realizado con una media de 22 metros de excavación diaria, aunque esta media no se ha mantenido uniforme. La punta de excavación máxima en un día fue de 60,2 metros.
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