Economía aparta a la cúpula de Agrupació Mutua por gestión irregular
La entidad, que presidió Millet, se ve arrastrada por su apuesta inmobiliaria
Ayer nació la primera gran víctima del ladrillo en el sector asegurador español. Agrupació Mutua, aseguradora catalana propiedad de casi 400.000 mutualistas, con los seguros médicos como punto fuerte y unos ingresos totales de 488 millones de euros, ha pasado de la borrachera inmobiliaria a una dura resaca. Su consejo de administración, presidido por Josep González, presidente de la patronal empresarial Pimec, fue ayer apartado en bloque por la Dirección General de Seguros (DGS) para que no persistan las "irregularidades" detectadas en la gestión y "salvaguardar" los intereses de los mutualistas.
Las irregularidades son de dos tipos: primero, la política de inversiones, debido a una concentración de riesgos en el sector inmobiliario "tan excesiva que se ha saltado todos los límites", explica Ricardo Lozano, director general de Seguros; la segunda irregularidad pasa por las "deficiencias significativas de control interno" constatadas: nadie activó ningún mecanismo de actuación interno para dar un vuelco a esa política inversora, que ponía en peligro los intereses de los asegurados y la necesidad de asegurar el cumplimiento de sus contratos. Esa pasividad es uno de los aspectos que ha convencido a Economía para relevar al consejo.
González, que fue nombrado presidente hace un mes, sugirió además que "la intervención" (técnicamente, no lo es) puede haberse decidido influenciada por "la sombra del escándalo Millet". Se refería al desvío de fondos millonario protagonizado por Félix Millet en el Palau de la Música, cuyas derivadas están salpicando a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Millet tuvo que dimitir de la presidencia de Agrupació Mutua tras el estallido del escándalo, como cesó también de la presidencia de Bankpime, participado por la mutua. Fuentes del Departamento de Economía de la Generalitat admitieron la "posible contaminación" del caso en esta toma de control. La DGS subrayó que "no le consta ningún desvío de fondos ni nada parecido".
Para Economía, y contra lo que sostienen los gestores hasta ayer, la situación patrimonial de la mutua es deficitaria. "Existe un déficit en el margen de solvencia y una descobertura de provisiones técnicas, lo que implica que no hay suficientes garantías financieras", explicó Lozano. La dimensión del problema es similar a los ajustes contables que cuantificó hace unos meses el equipo auditor de la firma BDO: 60 millones de euros, debido sobre todo a los problemas de la filial inmobiliaria de la mutua, Amci Habitat. Tras esas salvedades, la firma BDO fue relevada por Félix Millet, que propuso nombrar a Ernst & Young en su lugar.
Agrupació, que controla un 70% de Amci Habitat, invirtió 16 millones en esta inmobiliaria, y le concedió además otros 43 millones. El auditor puso en duda que la mutua, que pasó de ganar 30 millones a perder 13 en un año, pudiera recuperar el dinero. Amci, que realizó inversiones hoy cuestionadas en segundas residencias en el Mar Negro, ultima la refinanciación de un crédito de 97 millones. Pero el Departamento de Economía catalán apunta que "no está claro si el problema es una refinanciación o bien estamos ante un problema de solvencia, de capital, en toda regla". Lozano agradeció la "buena disposición" a colaborar de la Generalitat y también del hasta ahora presidente de la mutua, González.
Los nuevos administradores nombrados por la DGS son buenos conocedores del mundo del seguro: los abogados Sergio Gago y Jacint Boixasa, éste último ex director general de Política Financiera y Seguros de la Generalitat.
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