Adiós Cabra, hola Miguelito
Lichis entierra su grupo con una gira, un recopilatorio y un nuevo proyecto
La noticia cogió a casi todos por sorpresa. Que, tras seis discos desbordados de talento y algún bombazo radiofónico, Lichis pusiese fin a su propio grupo, La Cabra Mecánica, sonaba extraño. Sobre todo porque este catalán, de 39 años, criado en Madrid era el único miembro y compositor de la banda. ¿Por qué desaparece La Cabra? ¿Qué va a pasar ahora con uno de los mejores letristas de rock español? Las razones de la muerte animal son las mismas que le llevaron a fundar el grupo hace 15 años. Lichis se ganaba entonces la vida tocando el bajo en bandas de blues y rock de versiones.
"Encontré una foto mía de pequeño en el barrio de Gràcia de Barcelona. Con los gitanos, mis padres y mi tío, que era taxista, y lo vi claro. Me puse a hacer rumba", explica Miguel Ángel Hernando, su verdadero nombre, recordando sus comienzos. "Entonces me puse a escribir canciones con los dos primeros versos incendiarios". De ese espíritu nació La Cabra. Y por ese espíritu de hacer algo nuevo y de renovación ha muerto. Aviso: quien espere de Lichis una nueva rumbita canalla, que se vaya olvidando.
"Mi carrera es como un manual de malditismo con motas de éxito"
Pero que nadie se asuste. Éste no es el fin musical de Lichis. Pronto se reencarnará en Miguelito, un nuevo proyecto que adopta su nombre de una canción que le dedicó el también compositor Jairo Zavala, de Depedro: "Una nueva aventura que afronto con excitación y con miedo, y donde, en principio, no tienen cabida las canciones de La Cabra".
Antes de comenzar su nueva vida, La Cabra Mecánica se despide a lo grande. Primero, con una gira, que comenzó ayer en Gijón y que se reenganchará, a partir del 6 de noviembre, con la de Fito & Fitipaldis. Y segundo, con el disco Carne de Can, que incluye dos cedés con tres canciones nuevas y antiguos temas regrabados como viejas damas con traje nuevo.
Uno de los tres cortes nuevos, Valientes, lúcido himno anti We are the champions, podría servir como metáfora futbolística para ilustrar la carrera de Lichis: "Para mí el éxito significa la valentía de intentar hacer cosas. La letra se inspira en la pica del fracaso glorioso. Como el del Alavés en 2001. Un equipo de fútbol que sube a Primera desde Tercera con la plantilla de toda la vida. Que se clasifica para una final de la UEFA, que juega contra el poderosísimo Liverpool y pierde de una manera gloriosa. Luchando hasta el último minuto". ¿Paralelismos? "Mi carrera es como un manual de malditismo, jalonado con algunas motas de éxito", bromea.
La despedida de La Cabra significa también el adiós de Lichis a su discográfica Warner y el comienzo de una nueva aventura a porta gayola con su propio sello (Felicidad producciones). Un coscorrón a la industria, por la que, afirma, se siente maltratado. "Las compañías no son más que una parte de un cesto podrido y que incluye a managers, editoriales, radios, músicos y al Gobierno con su silencio. Ha llegado el momento histórico de que se firme una Ley de la Música". Hasta que eso ocurra, Lichis transita su propia senda. El camino de los valientes.
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