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Los médicos residentes del Clínico se rebelan contra el traslado

200 sanitarios tendrán que formarse en hospitales menos dotados

Elena G. Sevillano

Califican de "fraude" y de "estafa" lo que está haciendo la Consejería de Sanidad con ellos. Los médicos residentes del hospital Clínico protestaron ayer frente a la puerta del centro por el cierre de la mitad de las camas y el traslado de varias especialidades con motivo de las obras de reforma del ala norte. Casi 200 médicos, (de los casi 450 facultativos en formación que, según ellos mismos, hay en el centro) se sentaron y desplegaron una pancarta: "Residentes olvidados". Con el traslado ya en marcha, ayer aún no sabían dónde y cómo van a trabajar. "Vamos a perder calidad formativa", resumía Sergio Serrano, residente de medicina interna.

Los residentes son médicos que eligen plaza en un hospital determinado tras aprobar el examen MIR para formarse en una especialidad. Con el cierre de la mitad del Clínico (380 camas), muchos deberán trasladarse a otros hospitales. El servicio de traumatología se muda al hospital Santa Cristina, psiquiatría al Rodríguez Lafora, medicina interna al Carlos III y a la Cruz Roja, pediatría al Niño Jesús... "Son centros más pequeños con menos medios que éste o con las plazas de residentes ya cubiertas", criticaba ayer uno de los concentrados.

El centro cierra las urgencias pediátricas 15 días después de inaugurarlas

Los residentes afectados son unos 200, entre ellos 50 de medicina interna, 24 de pediatría y 15 de traumatología. Les preocupa que centros como el Carlos III, Cruz Roja o Santa Cristina no tengan siquiera la acreditación docente para formar residentes de su especialidad. Sospechan, además, que algunos de ellos se quedarán en el Clínico, que conservará las consultas externas, pero no la hospitalización. "Sin ver a pacientes ingresados nuestra formación se resiente. Un residente necesita curtirse, ver enfermos, hacer guardias. Si operas a la mitad de enfermos, tienes la mitad de experiencia", decía ayer Serrano, uno de los portavoces. "Y afecta a otras especialidades. Un otorrino, por ejemplo, deja de ver patologías de niños".

La urgencia de pediatría del Clínico cerró ayer. La de traumatología lo hará el 20 de octubre. Las dos se inauguraron hace menos de 15 días. Tres residentes de pediatría explicaron que el miércoles habían empezado a derivar pacientes de urgencias para ingresarlos en el Niño Jesús, pero que el centro no tenía camas. "El hospital está a tope. No han ampliado el número de camas", decía una de ellas. "¿Qué va a pasar ahora si llega al Clínico un niño muy grave?", se preguntaba.

El hospital envió ayer por la tarde un comunicado titulado "El Clínico tiene en cuenta a los médicos residentes", en el que aseguraba que se ha constituido un grupo de trabajo para valorar la situación de los MIR. Los residentes, que ayer todavía no sabían cómo seguirán su formación en el año y medio que pueden durar las obras, aseguraron que si no se les informa antes del cierre definitivo (en noviembre) iniciarán una huelga.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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