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El Parlamento aprueba la ley que eleva la deuda a 1.350 millones por la crisis

El PNV se abstuvo después de tachar el proyecto de "disparate" y "chapuza"

El Gobierno se estrenó ayer en el Parlamento con la aprobación del primer proyecto de ley de su mandato. Lo hizo con el apoyo del PP y la sorpresiva abstención del PNV, que lo había descalificado antes por completo. Así, la ley que fija las medidas presupuestarias urgentes para acabar el año -finalmente por un importe de 390 millones- y que eleva el endeudamiento por la crisis hasta 1.350 millones de euros, 1.050 más de los previstos por el tripartito, sólo tuvo siete votos en contra: Aralar y el Grupo Mixto.

El peneuvista Ricardo Gatzagaetxeberria calificó el proyecto de "chapuza" y "disparate", le achacó "falta de rigor y de disciplina presupuestaria" y consideró el endeudamiento una "irresponsabilidad". El Gobierno, sostuvo, podía terminar el ejercicio con los remanentes y el saldo de tesorería, aseguró. El endeudamiento, añadió, "está mal calculado; tienen margen para 470 millones, no para 1.050, y van a tener un problema cuando choquen con los datos de la Intervención General del Estado y del Banco de España". Gatzagaetxeberria consideró que el Ejecutivo persigue vía deuda garantizarse recursos "para salvar toda la legislatura" y mostró su "extrañeza" por el apoyo popular.

Una intervención tan dura que parecía anunciar un no se tradujo, sin embargo, en una abstención sin previo anuncio ni explicación. EA resaltó esa "incoherencia" de sus ex socios de Gobierno, que ayer apuntaron, por encima de la dureza del discurso, a una oposición contenida, al menos en el terreno económico.

El consejero de Economía, Carlos Aguirre, defendió las medidas adoptadas para el último trimestre y el recurso a ese nivel de deuda como "imprescindible" para cerrar el ejercicio. Las erróneas previsiones del Gobierno de Ibarretxe, basadas en una estimación de un 5% de aumento en la recaudación fiscal, cuando lo que el año se cerrará con una caída cercana al 18% está en el origen de las dificultades,, sostuvo. "Al final de 2008 ya se sabía y actuó como si no", reprochó.

El popular Antón Damborenea fue más lejos y dijo que no se trató de "un error", sino directamente de "un engaño". La caída ya había empezado en el último trimestre de 2008 y el equipo anterior aumentó el presupuesto "sin financiación de ningún tipo" y sabiendo que la economía vasca entraría en recesión, acusó.

Aguirre recordó las previsiones del tripartito y las contrastó con datos: una subida del PIB del 1,5% será una caída del 2,9%; el crecimiento industrial del 0,8% se convierte en una bajada del 8%; el crecimiento de la demanda en un 1,5% se torna en una contracción del 2,5% y la previsión de un 1,4% de subida de las inversiones termina en una bajada del 7,6%. Damborenea justificó su respaldo al Gobierno en el endeudamiento, al tiempo que reivindicó para su partido el haberlo limitado y restringido a inversiones. "Lo apoyamos para pagar cuentas que ustedes aprobaron e inversiones que no se estaban ejecutando por falta de financiación", se defendió de la alusión de Gatzagaetxeberria.

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Aralar rechazó el proyecto porque el Ejecutivo "no ha contado" con la oposición, mientras EB estimó que el Gobierno ha hecho una "reasignación" sobre presupuestos anteriores y UPyD tachó las medidas de "cortoplacistas y paliativas".

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