Rasmussen: "Europa debe contribuir más a la misión"
La OTAN lanza una misión de formación de fuerzas afganas
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, anunció ayer la puesta en marcha este mismo mes de una misión de formación e instrucción de policías y soldados afganos con vistas a formar cuanto antes fuerzas capaces de hacerse cargo de la seguridad de su propio país y permitir el repliegue de las tropas occidentales. La decisión de ampliar y potenciar el papel de los aliados se produce en pleno debate sobre la estrategia a seguir en un conflicto que empieza a pesar en la opinión pública occidental y ante el que desde la otra orilla del Atlántico llegan a ésta señales confusas.
Los europeos están "a la espera de que Obama decida" sobre el camino a seguir en Afganistán, como señalan fuentes comunitarias, pero ayer fueron espoleados por Rasmussen a participar con más decisión en el empeño. El secretario general reveló en conferencia de prensa cómo la semana pasada pidió al presidente y otros responsables estadounidenses que no infravaloren la contribución europea en Afganistán. La contrapartida es que los aliados europeos deben hacer más. "Tiene que haber un equilibrio entre lo que hace EE UU y lo que contribuyen los aliados", dijo Rasmussen, sin aludir expresamente a los alrededor de 65.000 soldados estadounidenses frente a los 35.000 europeos desplazados a Afganistán.
Una Alianza solvente
"Es importante para la solvencia a largo plazo de la alianza que los europeos contribuyan más a la misión", insistió Rasmussen. "Si EE UU no ve que la Alianza contribuye, algunos se preguntarán sobre el valor de la OTAN y eso sería dañino". La idea del secretario general es que los europeos doten con personal, equipamiento y financiación el plan para acelerar la formación de militares y policías con el objetivo de contar en 2011 con 130.000 militares, frente a los 93.000 actuales, y con 84.500 policías, cuando hoy hay unos 77.000. Esas cifras seguirán creciendo más tarde en la medida que haya financiación internacional.
Así las fuerzas aliadas podrán replegarse. Alemania, secundada por algunos otros países europeos, entre ellos España, se ha puesto un horizonte de cuatro o cinco años para empezar el repliegue. "Estaremos lo que haga falta para terminar el trabajo", reiteró ayer Rasmussen, sin poder evitar salir al paso de quienes dudan de la validez del ejercicio. "Estamos en un momento crítico y no debe haber dudas sobre el compromiso, porque eso sería hacer el juego a quienes quieren que fracasemos".
Interrogado sobre la existencia de distintas sensibilidades entre los aliados, respondió: "Hasta ahora, la misión ha tenido el pleno apoyo de todos. Estoy seguro de que seguirá así".
En su ansia por allegar recursos a la guerra afgana, Rasmussen aludió a la conveniencia de que Rusia (que en anterior avatar como Unión Soviética invadió el país de 1979 a 1989) también coopere con los aliados. "Ya ha favorecido el tránsito [de material no letal] y se puede ampliar esa cooperación, con material y formación", apuntó el secretario general.
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