La Fundación Sánchez-Albornoz agoniza por falta de fondos
La Diputación de Ávila propone extinguirla en contra del deseo de sus herederos
Tras 25 años de andadura, la Fundación Claudio Sánchez-Albornoz, ubicada en Ávila donde falleció el gran historiador medievalista y una de las personalidades claves en aquella España que se partió en dos con la Guerra Civil, está a un paso de la liquidación. El miércoles se reúne el patronato en León. El tercer punto del orden del día será: "Propuesta de extinción de la Fundación". La iniciativa parte de la Diputación de Ávila, uno de los cinco organismos que conforman el patronato, que tiene como Presidente de honor al Rey. Agustín González González, presidente de la Diputación (PP), alega razones económicas para disolverla: "La deuda acumulada de 180.000 euros hace inviable su funcionamiento". La pretensión de González es reconvertir la fundación en una cátedra que se integraría en el organismo Gran Duque de Alba, dependiente de la institución que él preside.
Según el Partido Popular, "la deuda hace inviable su funcionamiento"
El historiador donó su archivo, sus libros y un piso en Buenos Aires
Tanto los hijos del historiador y presidente del Gobierno Republicano en el exilio (1962- 1970) como el grupo socialista de Castilla y León se oponen a esta decisión que iría contra el deseo del historiador de que la fundación sea centro de investigación y difusión de la Historia de España y la depositaria de su legado. "Lo que quiere hacer la diputación es lanzar una Opa hostil a la fundación para que pierda su identidad y quedarse con las actividades que venía haciendo hasta ahora", adelanta Nicolás Sánchez-Albornoz, hijo del medievalista.
Los Estatutos establecieron en su creación en 1984 que cada institución integrante del patronato -las diputaciones de Ávila y León (PP), la Junta de Castilla y León (PP), la Comunidad de Madrid (PP) y el Principado de Asturias (PSOE), además de los tres hijos de Sánchez-Albornoz- debería aportar 30.000 euros.
Una de las razones de la deuda actual es que esas aportaciones nunca se ha revisado ni actualizado con el IPC. Además, la Comunidad de Madrid abandonó el patronato en 2002, según fuentes de esta institución, y por lo tanto, dejó de pagar. Sin embargo, sigue constando en las actas y en la web de la fundación. Y el Principado de Asturias ha rebajado unilateralmente la cuantía, aunque según fuentes próximas al gobierno asturiano, el Principado estaría dispuesto a aumentarla si se realizan actividades relacionadas con esa comunidad.
En el acta de una sesión del patronato en 2008 se califica de "preocupante" la situación económica de la fundación e informa de la renovación de un crédito bancario de 80.000 euros. La familia Sánchez-Albornoz echa en falta un documento que detalle cómo se ha llegado a esta situación, que, además, ha provocado la dimisión del secretario Francisco Trullén, bisnieto del historiador, "por la ausencia de voluntad para adoptar medidas económicas urgentes", según declaró el pasado septiembre.
El PSOE opina que se ha llegado a esta situación de manera intencionada. "Lo que han hecho, sobre todo, desde la Diputación de Ávila, ha sido acogotarla económicamente y vaciarla de contenido para después cargársela", dice Pedro Muñoz, secretario general del PSOE de Castilla y León, cuyo grupo presentó una moción en el pleno de la Diputación para adoptar las medidas necesarias "que garanticen la continuidad de la fundación".
Esta entidad, de carácter privado y exenta de lucro, se creó el 26 de junio de 1984, pocos días antes de morir el historiador. Nació en 1893 en Madrid y en la Universidad Central ejerció como catedrático entre 1931 y 1933, año en el que se lanza de lleno a la política. Fue diputado de Ávila en las tres legislaturas de las Cortes republicanas, de ahí su vinculación con la ciudad, en cuyo claustro de la catedral está enterrado. En 1984 recibió el Premio Príncipe de Asturias.
El historiador donó a la Fundación su archivo y libros y contribuyó con un piso en Buenos Aires, donde pasó gran parte del exilio y ejerció de catedrático de Historia Medieval. Según su nieto Nicolás, cuando la gestión empezó a fallar esa casa fue "malvendida".
Los cursos de formación de historiadores y los congresos internacionales de historia medieval son dos de las actividades más relevantes de la entidad, que también ha convocado premios y editado investigaciones. Y que vela por la memoria de uno de los grandes historiadores españoles del siglo XX, además de político. Su último cargo fue vicepresidente de las Cortes republicanas en 1936. Después llegaría el exilio de más de cuatro décadas, primero en Francia y luego en Argentina.
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