López urge a que se extienda el cambio

El socialismo vasco ya tiene tarea para los cuatro próximos años. Su incuestionable líder, el lehendakari Patxi López, que fue reelegido como secretario general con el 97,4% de los votos -siete décimas más que en el congreso anterior-dejó explícita los deberes, ayer en el Palacio Euskalduna de Bilbao, ante los 572 delegados. Como premisa fundamental, López emplazó a sus compañeros a "fortalecer" el cambio mediante la conquista de nuevas cotas de poder "lideradas por los socialistas".

En un cónclave de guante blanco, donde no hubo un solo voto en contra al secretario general (495 a favor de los 497 emitidos), y lejos de aquellos histerismos propios de la dura oposición y de las luchas cainitas, el secretario general aprovechó la corriente a favor que supone la conquista del Gobierno vasco para inocular los trazos gruesos del devenir socialista en Euskadi. Para ello, López, que se expresó varios minutos en un fluido euskera, dejó bien claro la "necesidad" de profundizar en el cambio, sobre la base de "la enorme responsabilidad" y y así demostrar que el PSE-EE "merece estar donde está".

Aumentar el poder en las próximas elecciones locales, un firme objetivo

Confirma la 'fusión' en la cúpula entre nuevos valores y los 'veteranos'

101 enmiendas a la ponencia política. En fiscalidad, López ofrece consenso

López quiere ampliar la cuota de poder de los socialistas vascos en las próximas elecciones locales y forales. Y en este contexto se pronunció sobre dos de los aspectos más relevantes de esta cita política: la renovación en la ejecutiva y la política de pactos a seguir. El secretario general confirmó las líneas argumentales que se habían descubierto a lo largo de la semana. En este sentido, justificó la renovación que se va a producir en la cúpula de la dirección del PSE-EE y aplazó "a su momento" cualquier referencia expresa a acuerdos con otros partidos, más allá de los globos sonda.

Con la fusión entre los valores emergentes -Mikel Torres y Alfonso Gil, principalmente- y la experiencia de veteranos como Rodolfo Ares, López procura que la futura ejecutiva "consolide" el trayecto que ha llevado a los socialistas al poder. Ares, que no pudo resistirse ayer a un uso permanente del móvil en su más puro estilo, percibió el unánime reconocimiento de la mayoría de la militancia por su generosidad al dejar el timón del aparato socialista y, especialmente, por su labor en Interior. En este partido, que ha sentido hasta doces veces el mazazo criminal de ETA y a quienes varios oradores recordaron, la política antiterrorista de Ares "nos deja tranquilos". Por todo ello, el consejero de Interior, a quien el lehendakari quiere más cerca en la estrategia de Gobierno, seguirá siendo una referencia imprescindible en el debate sobre la táctica política a seguir.

Como era de prever, el secretario general no dio pista alguna sobre el invitado socialista a partir de los resultados de 2011. Eso sí, volvió a subrayar la solidez del acuerdo con el PP, que le permite, dijo, un "Gobierno estable", pero abrió la puerta, claro, a ese PNV, definió, "que va recuperando la sensatez". López es consciente de que debe mantenerse instalado en este discurso para consolidar su teoría de que lidera "un proyecto de suma y no de división, de integración y no de exclusión".

A la espera del mensaje que difunda hoy, en la clausura del Congreso junto a José Blanco y que coincide con sus 50 años, el líder del socialismo vasco no desaprovechó ayer la oportunidad de abordar los espinosos asuntos del blindaje del Concierto conómico -convertido ya en una auténtica prueba de fuego por parte del PNV- y de la solidaridad con los pescadores vascos secuestrados en Somalia.

López recordó que los socialistas defienden el blindaje como lo han hecho "siempre", aceptando que es "pieza clave de la siongularidad" de Euskadi, apostillando, lógicamente, que "el Gobierno vasco está haciendo lo necesario" para conseguir que las normas tributarias vascas "tengan el rango de ley que les corresponde. Por si fuera poco, se ofreció a un consenso con el resto de fuerzas para "las modificaciones fiscales".

En cuanto a la suerte del atunero Alakrana, el lehendakari anunció que en la reunión que celebrará mañana con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, le pedirá la "mayor implicación" de las instituciones continentales en la lucha contra la piratería en aguas del Indico.

De las 101 enmiendas a la ponencia política, considerada como "floja" por varios dirigentes socialistas, saldrá, sin duda, el refortalecimiento de extender "en el espacio y en el tiempo" la idea del cambio que favorece "la convivencia ciudadana y la institucional", como advirtió ayer el propio López. Pero, especialmente, habrá un compromiso con la crisis económica. El lehendakari fijó en el frontispicio el mensaje de que "es la izquierda la que da respuestas para salir de ella (crisis), poniéndose del lado de los que menos tienen".