_
_
_
_
Reportaje:Primeros Juegos suramericanos

"Nosotros también somos capaces"

Más de 100.000 personas, al grito de "¡Río, Río, Río!", toman la playa de Copacabana para celebrar la victoria

Juan Arias

A pesar de ser un día laborable, todo Brasil, y no sólo Río de Janeiro, se paralizó ayer al mediodía y explotó en una gran fiesta al conocerse el vencedor de la pugna por albergar los Juegos Olímpicos de 2016. Miles de personas, que ya se habían congregado desde la mañana en la famosa playa de Copacabana dispuestas a festejar, ganaran o perdieran, recibieron el anuncio de la victoria a los gritos de "¡Río, Río, Río!" y "¡llegó nuestra hora!".

Era un día de verano anticipado y la mayoría vestía los colores verde y amarillo, los de la bandera nacional. Hasta llamativos biquinis lucían los colores nacionales sobre los cuerpos de las bañistas de la playa, que es el corazón turístico de la ciudad, que será el corazón de Río también en agosto de 2016, del 5 al 21, la quincena olímpica en la que la ciudad carioca será la capital del mundo. Desde un palco gigantesco animaba la fiesta el cantor Lulu Santos, acompañado por la batería de la escuela de samba Academia de Salgueiro y Pago de Revolución.

"Aquí todos somos brasileños. Por eso hoy todos somos vencedores"
Más información
Entusiasmo y reales

Conocida la noticia de la victoria, lanzada entre lágrimas no contenidas por todos los locutores de las televisiones y todas las radios, la multitud en Copacabana fue creciendo concentrándose en la tarde más de 100.000 personas.

Los cariocas, que llevan la fiesta en el alma, pero también el complejo de aparecer tantas veces en las crónicas como ciudad violenta, no se lo podían creer. ¿Cómo Río podía vencer a la Chicago de Obama? En los comentarios se subrayaba con no disimulado orgullo que había vencido Lula, que había puesto cuerpo y alma en Copenhague para dar esta victoria a Río. Fue él quien mejor sintetizó la victoria: "Los otros presentaron propuestas. Nosotros llevamos a Copenhague alma, corazón y pasión, la identidad del brasileño".

Si para las otras ciudades contendientes, los Juegos podían ser una cosa más, para Río y Brasil, que han recibido generosamente la victoria como "la de toda América Latina", era la gran oportunidad de demostrar el mundo que la ciudad escogida por el Comité Olímpico Internacional lleva en sus entrañas no sólo la violencia y la pobreza de sus favelas, sino también la pasión por triunfar, por desmostrar al mundo que "también nosotros somos capaces", como decía un deportista bailando samba en Copacabana.

Quienes habían trabajado con alegría y también con gran seriedad en la propuesta de Río, una ciudad que consigue ser sede olímpica al cuarto intento, soñando con este día desde el lejano 1930, han querido resaltar que no sólo ha ganado la pasión de los cariocas o la simpatía innata de los brasileños, sino el hecho de que hoy el mundo, comenzado por Europa y pasando por China o India, tienen puestos no pocos intereses económicos en este gigante que, según el Banco Mundial, será en 2017 la quinta potencia económica.

Se ha resaltado ayer que Brasil, en este momento, es el único país en desarrollo del mundo que vive plenamente los valores democráticos. Es un país amante de la paz donde no existen nacionalismos. "Aquí todos somos brasileños. Por eso hoy todos somos vencedores", decía un ama de casa en televisión. Y es verdad. La reacción positiva en la nación por la victoria de ayer fue una demostración más del aprecio que los brasileños tienen por su país.

Los cariocas, junto a una bandera gigante de Brasil que decía "Río te ama" y que extendieron ayer sobre la arena blanca de Copacabana, levantaban carteles humorísticos aludiendo a "la goleada sobre Madrid: 66 a 32".

Los comentarios más triunfalistas apuntaban, parafraseando a su popular y ayer en lágrimas, presidente y ex metalúrgico Lula da Silva, que Río va a sorprender al mundo no sólo por su facultad de saber ser feliz, sino también por la capacidad técnica y artística con la que van a organizar los Juegos de 2016.

Eso sí, los políticos de Río ya han anunciado que se van a inspirar en la cita olímpica de Barcelona 1992 como anzuelo para atraer aún más el turismo mundial.

Una gran pancarta, con el lema <i>Río te ama,</i> en la playa de Copacabana.
Una gran pancarta, con el lema Río te ama, en la playa de Copacabana.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_