Salud paga 65.000 euros para evitar un pleito por negligencia

El Instituto Catalán de la Salud (ICS) quería evitar a toda costa que el fallecimiento de Antonio de Nicolás Díaz, ocurrido en diciembre de 2006 en el hospital de Bellvitge, llegara a los tribunales. El ICS ha llegado a un acuerdo con los familiares de la víctima para indemnizarles con 65.000 euros, admitiendo implícitamente de esta forma que los facultativos del centro se equivocaron en el diagnóstico y el tratamiento. Pero es que además el hospital achacó su muerte a complicaciones derivadas del Alzheimer y el Parkinson, cuando nunca se le habían diagnosticado estas enfermedades neurodegenerativas.

Según consta en la denuncia judicial, en la madrugada del 28 de diciembre de 2006, Antonio de Nicolás, de 79 años, sufrió un desvanecimiento y posterior caída en su domicilio. De inmediato fue trasladado al servicio de urgencias del hospital de Bellvitge, donde ingresó a las nueve de la mañana. En ese momento presentaba una taquicardia de 138 latidos por minuto y sufría alteraciones de conciencia. Sin embargo, los médicos ni siquiera le "monitorizaron" (medición continua de las constantes vitales).

Los médicos no vieron que padecía una enfermedad pulmonar grave

En la denuncia se indica que los facultativos descubrieron estertores durante una auscultación pulmonar y un aumento del tamaño cardiaco en una radiografía de tórax. Un informe pericial sostiene que Antonio de Nicolás pudo fallecer debido a una insuficiencia respiratoria, por secreciones o neumonía, pues ya tenía antecedentes de haber padecido una enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC).

A pesar de estas evidencias clínicas, la familia consideró que en el hospital de Bellvitge "no vigilaron" la situación de De Nicolás "adecuadamente," por lo que sufrió una parada cardiorrespiratoria que le llevó a la muerte.

Los facultativos certificaron que el fallecimiento del anciano fue debido a su "enfermedad neurológica" -Parkinson y Alzheimer- de la cual no había sido diagnosticado, pues "no se había manifestado clínicamente". Su médico de cabecera sostuvo que Antonio de Nicolás "no presentaba signos clínicos ni síntomas sugerentes de enfermedad neurológica alguna" y que incluso sus familiares no habían detectado un comportamiento anormal.

"En caso de haberse detectado la insuficiencia respiratoria, el tratamiento hubiera sido hacerle fisioterapia para que expulsara las secreciones y aspirárselas, ponerle oxígeno, ventilación mecánica no invasiva e incluso, si estaba indicada, la intubación orotraqueal", se afirma en la denuncia. Pero nada de eso se le practicó.

El abogado de la familia, Rafa Martín Bueno, de la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias, solicitó al juez una indemnización de 150.000 euros. Finalmente, se firmó un acuerdo con el ICS para abonar una indemnización de 65.000 euros a cambio de que los familiares renunciaran al proceso judicial.